Federico García Lorca, nació
en Fuente Vaqueros, el 5 de
junio de 1898, el año en el
que España perdió sus
colonias. Ha cumplido 122
años. Su vida siempre ha
estado marcada por la
historia, por hechos
históricos trascendentales.
Fue ejecutado tras la
sublevación militar
fascista, por su afinidad
con el Frente Popular. Nunca
se ha encontrado su cuerpo.
Su obra sigue viva; hoy va
en su Clara memoria.
En
1909, cuando Federico tenía
once años, toda la familia,
su madre Vicenta y su padre
Federico, con sus hermanas y
hermano, se establecieron en
Granada, pasando los veranos
en el campo, en Asquerosa (Valderrubio),
donde Federico escribió gran
parte de su obra.
Siempre recordó cómo
afectaba a su obra el
ambiente rural de la vega:
"Amo a la tierra. Me siento
ligado a ella en todas mis
emociones. Mis más lejanos
recuerdos de niño tienen
sabor de tierra. Los bichos
de la tierra, los animales,
las gentes campesinas,
tienen sugestiones".
Escribió de su Granada, de
la calle Elvira, "donde
viven las manolas, las que
se van a la Alhambra, las
tres y las cuatro solas".
Señala que "una vestida de
verde, otra de malva, y la
otra, un corselete escocés
con cintas hasta la cola".
¿Quienes serían "aquellas
tres de alto pecho y larga
cola? ¿Por qué agitan los
pañuelos? ¿Adónde irán a
estas horas?" todo ocurría
en la calle de Elvira, donde
viven las manolas, "las que
se van a la Alhambra"
(Granada).
En sus
poemas y en sus dramas se
revela como agudo observador
del habla, de la música y de
las costumbres de la
sociedad rural.
Una de las peculiaridades de
su obra es cómo el ambiente,
llega a convertirse en un
espacio imaginario donde se
da expresión a todas las
inquietudes más profundas
del corazón humano: el
deseo, el amor y la muerte,
el misterio de la identidad
y el milagro de la creación
artística.
Se sentía, como él lo dijo
en una entrevista a El Sol
de Madrid poco antes de su
muerte, íntegramente
español. "Yo soy español
integral y me sería
imposible vivir fuera de mis
límites geográficos; pero
odio al que es español por
ser español nada más, yo soy
hermano de todos y execro al
hombre que se sacrifica por
una idea nacionalista,
abstracta, por el sólo hecho
de que ama a su patria con
una venda en los ojos. El
chino bueno está más cerca
de mí que el español malo".
Tras una denuncia anónima,
el 16 de agosto de 1936, fue
detenido en la casa de su
amigo, el poeta Luis
Rosales, quien obtuvo la
promesa de que sería puesto
en libertad "si no existía
denuncia en su contra". La
orden de ejecución fue dada
por el gobernador civil de
Granada, José Valdés Guzmán,
quien había ordenado al ex
diputado de la CEDA Ramón
Ruiz Alonso su detención,
por socialista, masón y
homosexual.
Lorca
siempre utiliza símbolos en
su poesía: la muerte; el
agua que cuando corre, es
símbolo de vitalidad y
estancada, la muerte; la
sangre, como vida, que
derramada es la muerte; lo
fecundo y lo sexual; el
caballo (y su jinete),
portando siempre valores de
muerte, aunque también
representa la vida y el
erotismo masculino; las
hierbas, su valor dominante;
los metales aparecen bajo la
forma de armas blancas, que
conllevan siempre tragedia;
y la luna
"vino a la fragua con su
polisón de nardos. El niño
la mira, mira. El niño la
está mirando".
Federico García Lorca
acababa de cumplir 38 años.
Había terminado
La casa de Bernarda Alba,
y estaba trabajando en una
nueva obra Los sueños de mi
prima Aurelia. El 17 de
julio de 1936 estalló en
Marruecos la sublevación
militar contra la República.
Mientas el mundo entero
admiraba a Federico como el
Homero español,
medios nacionales habían
lanzado el rumor de que
mantenía relaciones
homosexuales con los
componentes del teatro
estudiantil, llevar una vida
inmoral, corromper a los
campesinos y practicar el
marxismo judío; toda una
condena.
España estaba al borde de la
guerra, y Federico decide
abandonar Madrid y reunirse
con su familia. El 14 de
julio llegó a Granada. La
violencia había tomado las
calles y la posibilidad de
un golpe miliar estaba en
boca de todos. Busca refugio
en casa de los padres de su
amigo Luis Rosales, un poeta
falangista. Durante la tarde
del 16 de agosto, fue
detenido por Ramón Ruiz
Alonso, que sentía un
profundo odio por el poeta.
Según Ian Gibson, se sabe
que la detención "fue una
operación de envergadura":
se rodeó de guardias y
policías la manzana de la
casa y se apostaron hombres
armados en los tejados
colindantes para impedir que
pudiera escaparse la presa.
Todo parece que dos días
después, le dieron el
"paseo". El régimen
franquista nunca reconoció
su implicación en el crimen,
si bien, en un informe de
1965 de la Jefatura Superior
de Policía de Granada, se
revela que Federico fue
asesinado junto a otras
personas. El informe afirma
que el poeta "fue sacado del
Gobierno Civil por fuerzas
dependientes del mismo y
conducido en un coche al
término de Viznar y en las
inmediaciones del lugar,
conocido como Fuente Grande,
junto a otros detenidos, fue
pasado por las armas.
Además, revela que fue
"enterrado en aquel paraje,
muy a flor de tierra, en un
barranco situado a unos dos
kilómetros a la derecha de
Fuente Grande, en un lugar
muy difícil de localizar.
"Mi corazón oprimido siente
junto a la alborada el dolor
de sus amores y el sueño de
las distancias. La luz de la
aurora lleva semillero de
nostalgias y la tristeza sin
ojos de la médula del alma.
La gran tumba de la noche su
negro velo levanta para
ocultar con el día la
inmensa cumbre estrellada".
Parece ser que la fecha de
la ejecución de Federico fue
a las 4:45 h de la madrugada
del 18 de agosto, en el
camino que va de Víznar a
Alfacar. Su cuerpo, que
jamás se recuperó, permanece
enterrado en una fosa común
anónima en algún lugar de
esos parajes, junto con el
cadáver de un maestro
nacional, Dióscoro Galindo,
y los de los banderilleros
anarquistas Francisco Galadí
y Joaquín Arcollas,
ejecutados con él.
Federico sigue vivo en sus
versos y en sus obras, 122
años después de su
nacimiento.
Los gritos de ansia de
libertad se escuchan más
fuerte que nunca en la casa
de Bernarda Alba.
Sus luchas internas se
reflejan y personifican en
sus personajes. Lorca
retrata a una mujer sedienta
de libertad que "lucha por
ser dueña de su cuerpo".
Como gay, en una sociedad
represiva, no pudo vivir
abiertamente su condición
sexual. "Eso alimenta su
obra", explica Ian Gibson.
En el
informe policial de 1965,
que corroboraba la ejecución
de Lorca por las autoridades
franquistas, señala que
no fue obra de un asesinato
callejero.
Se le acusa de socialista,
amigo de Fernando de los
Ríos, y masón, perteneciente
a la logia Alhambra, en la
que adoptó el nombre
simbólico de Homero; como se
ve, razones suficientes para
los franquistas para cometer
un asesinato.
La
nieta de Dióscoro Galindo,
el maestro fusilado junto al
poeta, ha solicitado al juez
que ordene la búsqueda de
los restos de su abuelo y de
Federico. El escrito
presentado ante un tribunal,
justifica su petición en la
aparición de nuevos
elementos sobre el caso: un
antiguo responsable de
jardines de la Diputación de
Granada, reconoce que, en
1986, durante unas obras en
un parque en Alfacar, en la
zona donde se cree que
pudieron enterrar al
escritor, apareció un fémur
completo que tiraron a una
finca vecina.
Nunca se ha investigado ese
hecho.
El Ministerio de Justicia
cerró una búsqueda iniciada
por la Junta de Andalucía
tras recibir el informe de
una comisión técnica que,
tras analizar con radar la
zona, consideró que no había
signos de que allí hubiera
restos humanos.
Los fascistas mataron el
cuerpo de Federico hace 84
años por sus ideales, pero
sus versos siguen latiendo
vida. Federico, saltó de su
tiempo para vivir en nuestro
futuro y hacerse eterno. Con
la Barraca soñaba llevar a
todas partes la poesía, la
cultura y estar cerca
siempre de los desamparados
y oprimidos, buscando la
libertad y la justicia; un
sueño que está hecho
realidad. Cuando muera dejad
el balcón abierto; desde mi
balcón lo siento.