La
historia es la historia y casi todo está dicho; pero yo quiero
volver a retomar el tema por su transcenderá. Tras 69 años de
existencia, en 1991, bajo la presidencia de Mijaíl Gorbachov, las
políticas de Glásnost y la Perestroika, diseñadas para modernizar el
país, fueron parte de la causa de la desaparición de la Unión
Soviética.
Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas fue fundada en 1922 como un Estado
federal marxista-leninista, tras la Revolución de 1917. Con la
muerte de Lenin, Stalin consiguió el poder y dirigió el país durante
31 años con una industria a gran escala, una economía centralizada y
una extrema represión política. Tras 69 años de existencia, en 1991,
bajo la presidencia de Mijaíl Gorbachov, las políticas de Glásnost
(transparencia social y política) y Perestroika (reestructuración
económica), diseñadas para modernizar el país, fueron parte de la
causa de la desaparición, dando paso al "oso ruso".
La muerte de Lenin en enero de 1924,
desencadenó una dura lucha por el poder entre Trotski y Stalin,
ganando éste la lucha por el control del aparato del partido.
Iósif Stalin construyó la gran dictadura del siglo XX hasta su
muerte en 1953. Su sucesor Nikita
Jruschov, presentó al pleno del XX congreso del Partido Comunista en
1956, un informe con los errores políticos y los crímenes cometidos
por el stalinismo, dando paso a una campaña nacional de
desestalinización.
La Perestroika produjo una gran
descentralización de la economía, que comenzó a privatizarse, bajo
el control de los gobiernos regionales. La participación política
permitió el multipartidismo, el nacionalismo, cuestiones contrarias
al régimen comunista. «Son propiedad del Estado, es decir,
patrimonio de todo el pueblo, la tierra, el subsuelo, las aguas, los
bosques, las fábricas, las minas, el transporte ferroviario,
acuático y aéreo, los bancos, los medios de comunicación y las
grandes empresas agropecuarias organizadas por el Estado, así como
las empresas de servicios municipales y el fondo fundamental de
viviendas en las ciudades y localidades industriales». (Artículo
6, Constitución soviética 1936). Las
políticas de Gorbachov no siguieron el rumbo esperado y en 1991 la
Unión Soviética se disolvió ante la secesión de sus repúblicas,
convertidas en estados independientes.
El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de
Rusia, Ucrania y Bielorrusia (Borís Yeltsin, Leonid Kravchuk y
Stanislav Shushkiévich), en la reserva natural de Belavézhskaya
Pushcha, se firmó el acta de defunción de la URSS, que quedó
disuelta de facto el 26 de diciembre. El día anterior Mijaíl
Gorbachov había dimitido y traspasado sus poderes a Borís Yeltsin,
presidente de la Federación Rusa. El Soviet de las Repúblicas del
Soviet Supremo de la URSS firmó su propia disolución, naciendo en su
lugar la Comunidad de Estados Independientes (CEI), organización
supranacional configurada por 10 de las 15 ex repúblicas
soviéticas.«Ni
un país, ni una alianza militar ni una zona de libre comercio, sino
un signo de interrogación» (Stephen Kotkin).
La URSS
se desplomó y sin control. Había fracasado el experimento comunista.
El capitalismo de Estado se encargó de estrangular la libertad del
pueblo. La guerra fría había desangrado a la URSS, al gastar grandes
cantidades de recursos en armamento y tecnología improductiva y
mantener gran cantidad de hombres en armas. La corrupción, una lacra
atribuida al capitalismo, se desarrolló en la enorme burocracia del
Estado y en las repúblicas que lo conformaban. Los planes de
desarrollo y producción también fracasaron. Habían sido mal
enfocados, gestionados y los objetivos nunca se lograron.
El fracaso del comunismo en la URSS, no
desvirtúa la crítica al sistema antagónico. La
URSS, con todos sus errores, consiguió grandes logros.
Fu el primer país en el mundo capaz de garantizar a todos sus
ciudadanos, una vivienda, un trabajo, una educación y una sanidad
universal y de calidad; una jubilación adecuada al tipo de trabajo
realizado, vacaciones pagadas, derecho a baja remunerada con el 100%
del salario y la igualdad salarial entre mujeres y hombres.
La enorme
burocracia, el exceso de normas y reglamentos en las empresas y la
carencia de medios modernos de gestión, fueron algunas de las causas
de la caída de la URSS. Las cuotas de producción se fijaban en
términos cuantitativos, lo que dio lugar a una producción de baja
calidad. Como los salarios, bonos y promociones, dependían de que se
alcanzaran los objetivos fijados por los planes del sistema central
de planificación, se inducía a falsear los resultados. Con todo, por
la falta de libertades y democracia, y por la presión occidental.
La
Revolución rusa fue la primera que ganó el proletariado. La
Revolución francesa, dejó intacta la propiedad privada capitalista
de los medios de producción como sistema económico imperante. En
cambio, la Revolución soviética, fue la prueba tangible que
necesitaban los parias de la tierra para estar seguros de que el
sueño de Marx no era irreal. La Gran Revolución Socialista de
Octubre abrió para la Humanidad una nueva era, la del socialismo
científico a la práctica humana del socialismo.
La
Revolución de Octubre fue desde su primer momento un referente del
movimiento obrero internacional e internacionalista y de las
organizaciones socialistas que no claudicaron al belicismo y las
ansias de conquista de los poderosos. El criterio para valorar los
hechos históricos, debería ser por la bondad o maldad de su esencia.
Y la esencia de la Revolución Socialista fue mejorar la suerte de
los parias de la tierra.
Responsabilizar del fin de la URSS exclusivamente a Mijaíl
Gorbachov, por su acción u omisión, sería simplificar la cuestión,
El colapso de las llamadas democracias populares en Europa oriental
acabó golpeando a la propia URSS; los dirigentes de la perestroika,
alteraron el equilibrio político económico y social existente, sin
tener alternativas consolidadas.
El parlamento surgido en 1989 en la URSS,
enmendó la Constitución, que establecía
el papel dirigente del Partido Comunista.
La consecuencia fue el desmoronamiento de la columna vertebral del
Estado. Ese mismo parlamento y ese mismo año eligió a Mijail
Gorbachov como presidente de la URSS, que significó el principio del
fin, porque le privó de la legitimidad que hubiera tenido si hubiera
sido elegido por sufragio universal. El entierro del artículo 6 es
la medida más trascendental adoptada en los cinco años de perestroika, ya
que el papel dirigente del PCUS era la piedra de toque para definir
el socialismo real. Una vez aceptada la pluralidad de partidos y el
juego democrático, todo se ponía en cuestión, incluso si la URSS
debería seguir siendo o no socialista.
Un
intento de golpe de estado por parte de los comunistas radicales,
fue impedido por los sectores reformistas, que exigieron la
disolución del PCUS. Impotente y abandonado por casi todos, el día
25 de diciembre de 1991, Gorbachov renunció a la presidencia de un
Estado ya desintegrado. Entregó el maletín nuclear a Boris Yeltsin y
ordenó arriar la bandera roja de la torre del Kremlin.
Lenin,
líder del Partido Bolchevique, dirigió el alzamiento en Petrogrado.
La Rusia campesina y empobrecida de Nicolás II, se transformó en una
república federal socialista, con una base de acción: Igualdad y
soberanía de los pueblos de Rusia, Drecho de los pueblos a la libre
determinación, incluyendo el derecho a separarse y constituirse en
Estado independiente; Supresión de todos los privilegios y
restricciones de carácter nacional o religioso; Libre desarrollo de
las minorías nacionales y los grupos étnicos
Hoy
Vladimir Putín, pretende rememorar el modelo leninista, y la
política de consolidación y expansión con la guerra por la extinta
Unión Soviética. Retrocedemos un siglo en la historia, sobre algo
que estaba superado.