La
violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos
que no se limita al ámbito de la pareja o expareja. Los datos ponen de
manifiesto que no se trata de un fenómeno aislado, sino que es una
violencia sistémica, estructural y silenciada. De las hermanas Mirabal
en la República Dominicana (25N 1960) a Ana Orantes, Nevenka, Àngela,
Jenny. Las que pudieron denunciar y las que no. De solo es un piquito
a solo sí es sí. El silencio es el mayor cómplice de la violencia
machista. La violencia de género existe. Tolerancia cero frente al
negacionismo, porque el machismo mata.
Las marchas
del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer, han llenado las calles de numerosas ciudades de toda España
para reivindicar el fin de esta lacra. En Madrid, se han celebrado dos
marchas. Una, convocada por el Foro de Madrid, las feministas
clásicas, con lemas como "que viva la lucha de las mujeres" o "si
tocan a una, nos tocan a todas". La segunda, convocada por la Comisión
8M, bajo el lema 'Se acabó: Nuestra lucha es global'. PSOE y Sumar han
acudido divididos en Madrid. No es la primera vez que las ministras
del Gobierno se dividen.
La nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha
participado en la convocada por el Foro de Madrid, en la que ha
apostado por la unidad en el feminismo. En su opinión, el respeto y el
diálogo son la vía y estar divididas es una baza negacionista que
tiene Vox y la derecha.
La marcha, a la que ha asistido Redondo junto a otros ministros
socialistas, estaba convocada por el Foro de Madrid,
que defiende una de las dos corrientes en las que se ha dividido el
feminismo en España.
Somos más y más fuertes, organizadas desde hace
mucho tiempo y hoy, 25N, día internacional para la eliminación de las
violencias machistas, salimos a las calles para visibilizar la lucha
que todos los días sostenemos juntas.
La Comisión 8M grita #SeAcabó porque los asesinatos machistas siguen
aumentando. Todas las violencias machistas
son la base de la sociedad en la que vivimos. Estas violencias golpean
con más virulencia a las personas racializadas, a las personas en
situación irregular, a las personas con diversidad funcional y
neurodivergencias o a las personas en situación de sinhogarismo. La
ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha augurado que el
movimiento feminista volverá a estar unido porque "la lucha contra la
violencia de las mujeres es un elemento que une a todo el movimiento
feminista". Yolanda Díaz, que no ha asistido declara en X que desde
todas partes millones de mujeres y hombres vamos a seguir construyendo
una sociedad sin violencias machistas.
Las
violencias contra las mujeres suponen la mayor vulneración de derechos
humanos y el atropello de derechos fundamentales recogidos en nuestra
Constitución, además de ser una expresión extrema de la desigualdad de
género que es incompatible con una sociedad democrática. Constituye un
problema político y social de primer orden que requiere de la
actuación decidida de los poderes públicos, con los recursos
necesarios para dar respuesta institucional a un problema de esta
magnitud, y de la actuación comprometida y solidaria de todas las
esferas sociales.
En lo que
llevamos de año, 52 mujeres han sido asesinadas por violencia de
género y otras 47 por otras formas de violencia machista. España es el
primer país de Europa en computar oficialmente todos los feminicidios.
Datos valientes que son la base más sólida para las políticas
públicas. La violencia de género económica es también significativa:
mujeres sin autonomía, bajo control, sabotaje laboral y abuso
económico. Madres que no reclamamos porque es otra guerra, incluso con
las hijas y los hijos, donde aparecen deudores que simulan
insolvencia.
En relación a la violencia contra las mujeres en
el ámbito laboral,
los sindicatos CCOO y UGT, instan al Gobierno a desarrollar los
instrumentos legales necesarios para la aplicación adecuada del
Convenio 190 de la OIT, para hacer efectiva
la equiparación de derechos sociolaborales y económicos entre las
víctimas de violencia sexual y de violencia de género, para que se
recojan y sistematicen en las estadísticas oficiales los datos sobre
acoso sexual y acoso por razón de sexo en el trabajo, y a que se
realice una revisión y refuerzo de las políticas activas de empleo
para todas las mujeres víctimas violencias machistas.
Los
sindicatos llaman a los poderes públicos y organizaciones
comprometidas con esta lucha al rechazo frontal y a la condena
explícita a de los discursos negacionistas y de las personas con cargo
público y partidos políticos presentes en instituciones que
protagonicen manifestaciones o actos negacionistas, porque ponen en
peligro los avances, cuestionan las políticas públicas contra las
violencias machistas y la educación en igualdad y revictimizan a las
mujeres supervivientes.
Hay que
redoblar las acciones contra todas las formas de violencia hacia las
mujeres; hay que aumentar las políticas y recursos para la prevención
y la atención integral de todas las víctimas de estas violencias, para
acabar definitivamente con las causas últimas que las originan.
Es
alarmante el incremento de mujeres asesinadas por sus parejas y
exparejas durante 2023. Además están aflorando, cada vez con más
fuerza, nuevas formas de violencia. Resulta especialmente alarmante el
importante aumento en los últimos años de la violencia sexual
perpetrada por menores, la tendencia creciente de agresiones sexuales
en grupo y la utilización de la sumisión química. Hay que denunciar
los discursos negacionistas que ocultan una realidad que afecta a toda
la sociedad, especialmente a las mujeres, por lo que es inadmisible
que se proclamen desde las instituciones públicas. Estos discursos
alientan a que se extienda un clima de tolerancia e impunidad que
puede ser responsable en buena parte del repunte de casos de esta
violencia.
Los datos
sobre feminicidios por otras violencias machistas en 2022, no
perpetradas por la pareja o expareja, según la Delegación del Gobierno
contra la violencia de género, fueron 34, de los cuales: el 61,8%
fueron feminicidios familiares, feminicidios sexuales el 11,8% y
feminicidios sociales el 26,5%. De los feminicidios familiares la
mayoría de los casos fueron llevados a cabo por hijos o nietos y en
segundo lugar por vecinos o compañeros de piso. El hogar familiar
sigue siendo el lugar más inseguro para las víctimas de violencia de
género tanto en los asesinatos cometidos por las parejas o exparejas
como en los feminicidios familiares.
Junto a las
intolerables cifras de mujeres asesinadas hay otros indicadores de
esta insoportable violencia contra las mujeres que muestran que, lejos
de desaparecer, está en aumento. Entre los meses de abril y junio de
este 2023 un total de 47.063 mujeres fueron víctimas de violencia de
género, un 5,66% más que en el mismo periodo del año 2022, en el que
se anotaron 44.543.
Según la
memoria de la Fiscalía General del Estado de 2022, los delitos de
agresiones sexuales investigados han crecido de 7.302 en 2021, a 9.603
casos en 2022, lo que supone un 31,5% más, siendo aún más alarmante
que las investigaciones abiertas por agresiones sexuales con autores
menores de edad se han ido incrementando anualmente, cifrándose dicho
incremento en 2022, en un 116% desde el año 2017.
Frente a
todas las violencias contra las mujeres, es preciso reforzar la
educación en igualdad en todos los niveles educativos con el objetivo
de identificar y neutralizar estas violencias y desterrar estereotipos
desde la infancia. El Gobierno de España, junto con los gobiernos
autonómicos y locales, deben dedicar, de forma sostenida y creciente,
los recursos necesarios, especialmente los económicos, que garanticen
la atención integral a las víctimas de todas las violencias machistas.
Es deber
inexcusable y prioritario de las fuerzas democráticas reforzar el
consenso y aumentar los recursos destinados a hacer frente a las
violencias machistas, así como rechazar frontalmente los discursos
negacionistas que minimizan su incidencia y ponen en riesgo todo lo
avanzado, suponiendo además que se da cobertura a no tomar en serio
los derechos a la vida, la libertad, la dignidad y la seguridad de las
mujeres.
En España
hay decenas de miles de mujeres con protección policial o judicial. La
violencia machista es una dura realidad que genera un enorme
sufrimiento. Negarlo es una forma muy indecente de apoyar esa
desigualdad estructural. Rechazo toda acción de violencia y
discriminación contra las mujeres y las niñas, recordando a todas
cuantas en el mundo han sido asesinadas o agredidas, sin dejar de
mencionar a las mujeres afganas, iraníes, palestinas y ucranianas.
La lucha
contra la violencia machista nos interpela a todas y todos. Frente al
miedo, la discriminación y la violencia, nuestro más firme compromiso.
El papel de la ciudadanía es fundamental en la lucha contra la
violencia de género. Únicamente denuncian un 30% de víctimas de
violencia de género y un 11,1% de violencia sexual.
La
Violencia contra las mujeres, es una lacra que debemos erradica y solo
cesará cuando hombres y mujeres, toda la sociedad se involucre en esta
lucha. Denunciar es responsabilidad de todos
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