Cuatro
meses de guerra en Gaza y pocos quieren la paz, ni siquiera un alto el
fuego. EEUU no ha hecho nada para que Israel deje de agredir y
hostigar al pueblo palestino. Israel sabe que no va a acabar con
Hamás, por lo que pretende debilitarlos como ya ha hecho en otros
momentos de la historia, cuanto más se degrade la situación, mejor
para sus objetivos piensan, con una estrategia de hechos consumados
matando a palestinos para que salgan de su tierra. El Estado de Israel
está orgulloso de matar a los gazatíes, a sus hijos y a sus nietos;
sabe que cruzar las líneas rojas no tiene consecuencias. Por su parte
Occidente es cómplice al consentir la matanza sistemática.
La solución
final a la cuestión judía fue el nombre en clave oficial del asesinato
de todos los judíos al alcance nazi, que no se limitó al continente
europeo. Esta política de genocidio deliberado y sistemático que
comenzó en la Europa ocupada por los alemanes fue formulada en
términos de procedimiento y geopolítica por los dirigentes nazis en
enero de 1942 en la Conferencia de Wannsee, que culminó en el
Holocausto, que supuso el asesinato del 90% de los judíos polacos, y
de dos tercios de la población judía de Europa. Hoy se han cambiado
las tornas, el gobierno de Israel está sometiendo a un auténtico
genocidio al pueblo palestino, lo que es una auténtica solución final.
Sufro con
las imágenes de aquellos judíos en los campos nazis entrando en las
cámaras de gas, por lo que padecían. Hoy sufro con las imágenes de los
muertos en Palestina, las caras de los niños asesinados y la
destrucción de ciudades, que son crímenes contra la humanidad. Un
Genocidio contra un pueblo al que algunos israelitas quieren eliminar
en esta solución final actualizada. Mientras, Netanyahu alarga el
conflicto para mantenerse en el poder y a la espera de que Trump
llegue a la casa blanca. El ataque integral israelí a Rafah pondrá el
último clavo en el ataúd de los programas de ayuda humanitaria. Israel
arma a los colonos, que hacen la vida imposible a los palestinos, para
que abandonen el territorio.
Durante el holocausto, en los guetos, los niños
judíos morían de hambre, por falta de atención médica, por exposición
a los elementos climáticos y por falta de ropa y refugio adecuados.
Las autoridades alemanas eran indiferentes a esta matanza masiva.
Consideraban que la mayoría de los niños más jóvenes de los guetos no
eran productivos y por lo tanto inútiles.
En buena ética, lo que le ocurrió al pueblo judío debería bastar para
que sus descendientes se opusieran a la limpieza étnica que Israel
promueve en la Palestina histórica. Lo
cierto es que la lógica sionista de matar para evitar que dentro de 20
años los niños y niñas de hoy sean resistentes a la ocupación, es una
aberración. Es la muestra de una humanidad perversa.
El derecho
internacional humanitario está amenazado y decenas de miles de civiles
están siendo asesinados en Gaza. La ayuda humanitaria es insuficiente
e impedir su distribución afectará a millones de gazatíes. La falta de
unidad del Consejo de Seguridad respecto de Gaza y Ucrania socavó su
autoridad, en opinión del Secretario General de las Naciones Unidas,
según António Guterres. El papel de la UNRWA es esencial en la
distribución de ayuda dentro de Gaza.
Hace más de setenta años, la persecución al
pueblo palestino se realizó con la intención de expandir y afincar la
población judía, mayormente proveniente de Europa, en tierras de los
palestinos que convivían sin mayores conflictos con otras comunidades.
La política colonialista se fundó y se sostiene en el sionismo como
ideología y aplicada con sesgo supremacista.
Ser el "pueblo elegido" le confiere a la estrategia desplegada por los
sucesivos gobiernos israelíes una suerte de halo místico anclado en un
pasado milenario. A Israel se le considera una supuesta democracia
ejemplar, pero no se puede ocultar que es un régimen de apartheid. El
régimen israelí, esencialmente judío, está abrazado a una religión,
que se relaciona directamente con su política contra la población en
los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza.
Sin paños
calientes ni matices: Israel está llevando a cabo un genocidio y está
cometiendo crímenes de guerra contra la población civil, saltándose
todos los principios, doctrinas, recomendaciones y sentencias del
derecho internacional. Lo que sucede en Gaza es una limpieza étnica
que se ha convertido en genocidio, mucho peor que lo que ocurrió en
1948. Hoy con la misma indiferencia internacional de entonces, el
sufrimiento lo vemos con nuestros propios ojos. Este genocidio quedará
marcado como uno de los peores fracasos de la humanidad.
El Gobierno
de Netanyahu aspira a resucitar el Gran Israel, que bebería de las
fuentes de Génesis, que señala que hace 4.000 años, el título de
propiedad de toda la tierra existente entre el Río Nilo de Egipto y el
Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y trasferida
posteriormente a sus descendientes. El objetivo no declarado es
precipitar la Solución Final, lo que significa la anexión definitiva y
unilateral, de todos los territorios en donde existe una relativa y
restrictiva autonomía de la Autoridad Nacional Palestina y terminar
para siempre, con el padecimiento de Gaza con su completo exterminio.
La solución final nazi promovía el exterminio de
los judíos europeos por gaseamiento, fusilamiento y otras numerosas
medidas de asesinato en masa. Hasta seis millones de judíos murieron,
dos tercios de la judeidad europea que existía en 1939.
En total, los nazis, sus colaboradores y sus aliados asesinaron a seis
millones de judíos en el Holocausto, lo que
representa las dos terceras partes de la población judía que habitaba
Europa antes de la guerra.
"Tu
morirás, tus hijos morirán, tus nietos morirán". Miembros del
parlamento israelí pidieron matar a los palestinos y apoderarse de sus
tierras durante una votación para rechazar los llamamientos
internacionales a favor de la creación de un Estado Palestino.
La solución
final de Hitler condujo al asesinato calculado y premeditado de seis
millones de judíos y otros millones de personas llevado a cabo por los
nazis y sus colaboradores, fue el mayor genocidio registrado en la
historia moderna; así como la destrucción de prósperas comunidades
judías en toda Europa.
Israel necesita a Hamás para construir la
doctrina del miedo que lleva instaurando sobre los territorios
palestinos desde hace décadas.
El hostigamiento, los asesinatos y los bombardeos periódicos sobre
Palestina ocurren todos los años. Las bajas
civiles israelíes son una anecdota en comparación con el número
astronómicamente superior de bajas civiles palestinas. Todas las bajas
civiles son un drama porque ninguna acción de defensa puede basarse
jamás en la eliminación de sujetos civiles.
La Franja de Gaza es la cárcel más grande del
mundo; un campo de concentración de dos millones de seres. Ahora llega
el exterminio. Israel estás perpetrando el asesinato por inanición de
la parte de esos dos millones de gazatíes que no perezcan en los
bombardeos.
Mientras estas líneas se escriben, la cifra de los muertos en Gaza
desde que comenzaron las represalias contra la Franja ya deja más de
30.100 palestinos sin vida. 71.500 heridos y
más de 80.000 desaparecidos. Se calcula que más de dos millones de
personas se encuentran desplazadas en zonas en las que el ejército de
Israel bombardea sistemáticamente.
En los
trabajos forzados construyendo carreteras, morían los más débiles, los
que lo superaban eran sometidos a la solución final. Morían igual,
como dice Díaz Ayuso en el caso de las residencias. Gasear era mejor
que los fusilamientos; más técnico y más eficaz. Los ejecutores
sufrían menos y no había sangre.
Todo es una
inmoralidad; quienes sufrieron los horrores de la solución final nazi,
son ahora quieres la aplican al pueblo palestino. No olvidamos |