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#AltaTensiónLaboral
La alta tensión
laboral pone en
riesgo la salud
del 45% de los
trabajadores. El
trabajo en esta
situación
especialmente
nociva para la el
corazón y la salud
mental, con alta
exigencia, bajo
control y escasa
recompensa, ha
pasado entre 2016
y 2021 del 22,3%
al 45,8% de la
población
asalariada.
Sin cambios
laborales
profundos,
pagaremos un alto
precio en salud en
términos de exceso
de mortalidad y
morbilidad
evitable. ¿El
trabajo dignifica
al hombre? Puede.
Pero también puede
matarlo de un
infarto. Hecho
así, como casi la
mitad de los
currantes se ven
empujados a
hacerlo en España,
es más justo decir
que el trabajo
perjudica
seriamente la
salud.
El trabajo bajo
de alta tensión,
factor de riesgo
cardiovascular y
psicológico, se ha
duplicado en
España con la
pandemia, según un
informe sobre
desigualdad
publicado por la
Fundación
Alternativas
(@_infoLibre).
En 2016, un 22,3%
de la población
asalariada se
encontraba en
situación de alta
tensión, y en
2021, alcanzó el
45,8%. Es decir,
se duplicó, con la
pandemia como
detonante, como
prueba el que en
2020 se situase en
el 44,3%. Trabajar
en situación de
alta tensión, es
una situación
especialmente
nociva para la
salud,
caracterizada por
tener altas
exigencias
laborales y poca
autonomía y
oportunidades para
aplicar y
desarrollar
habilidades en la
realización del
trabajo. Se trata
de un cóctel de
altas demandas,
bajo control,
escaso apoyo
social de los
compañeros y
supervisores, baja
justicia
relacionada con
los procedimientos
de trabajo y
desequilibrio
entre el esfuerzo
y las recompensas.
El trabajo bajo
alta tensión y
otras formas de
inseguridad
laboral no son un
producto de la
pandemia; estos
problemas vienen
de más lejos, pero
la pandemia ha
empeorado la
situación y ha
contribuido a
visualizar,
algunos de los
problemas más
acuciantes.
Probablemente
pagaremos un alto
precio en salud en
términos de exceso
de mortalidad y
morbilidad
evitable. |