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#CrisisClimática
Terminó 2022, el
año más cálido de
la historia y el
más frío del resto
de tu vida. Olas
de calor, sequías,
pero también
inundaciones y
lluvias
torrenciales, han
dejado su huella
en Europa y el
resto del mundo.
La crisis
climática se ha
dejado ver como
nunca antes
mientras la
temperatura global
del planeta sigue
al alza.
El mar no refresca
lo suficiente y el
termómetro supera
el umbral de los
20ºC en pleno
octubre,
provocando una
noche tropical en
València en pleno
otoño. Más al
interior, en
Albacete o Jerez
de la Frontera,
registran sus
propios récords
nocturnos que hace
el dormir difícil.
Más atrás, en
pleno verano,
España se
asfixiaba con el
mercurio más alto
de la historia;
2,2ºC por encima
de las medias
históricas,
según la Agencia
Estatal de
Meteorología
(@publico_es).
El año 2022 será
el más caluroso
desde que hay
registros. La
falta de lluvias
también ha causado
estragos en
Europa. La
producción agraria
y ganadera se ha
enfrentado, además
de a los elevados
costes energéticos
y de materias
primas derivados
de la guerra en
Ucrania, a una
situación difícil.
También las
plantas de energía
hidráulica de
algunos países
europeos han
vivido momentos
duros al no
disponer de agua
suficiente para
producir, en un
momento en el que
el gas es más caro
que nunca. Según
World Weather
Attribution, la
crisis climática
ha hecho que la
sequía del
territorio europeo
en 2022 haya sido
entre tres y seis
veces más probable
de suceder.
Si el planeta no
consigue mantener
la subida de
temperaturas por
debajo del 1,5ºC,
la falta de agua
será cada vez más
común. Lo que en
el norte y en los
países
desarrollados
parece anecdótico,
en el sur global
es una realidad
cotidiana. |