«La Nueve» fue el nombre asignado
popularmente a la 9ª Compañía de la 2.ª División Blindada de la
Francia Libre, también conocida como División Leclerc. Se trató de
una compañía bastante destacada al estar formada casi íntegramente
por unos 150 republicanos españoles bajo mando francés, aunque en la
División Leclerc también estaban enrolados y dispersos otros
soldados de origen español en diversas compañías.
Desfile por los Campos Elíseos
Unidades de la 2ª División Blindada tras la Liberación de París
La División Leclerc blindada había
nacido en mayo de 1943 bajo el mando del general Philippe Leclerc de
Hauteclocque en el Chad centroafricano, actuando en apoyo a la
Francia Libre. Estaba compuesta por 16 000 hombres, de los cuales a
inicios de 1943 unos 2.000 eran españoles. Después de que la Francia
Libre tomara el control del Norte de África, los republicanos
españoles integrados en las tropas francesas tuvieron la opción de
escoger entre la División Leclerc (ya veterana de la Francia Libre)
o las fuerzas del general Henri Giraud, (formadas por numerosos
leales a Vichy que recientemente habían cambiado de bando). Ante
esta situación, la gran mayoría de los españoles escogió la unidad
de Leclerc. Si bien muchos soldados españoles pensaban que esta
fuerza podría ser más tarde el núcleo de un renacido ejército
republicano español, tal esperanza nunca se concretó y continuaron
sirviendo como tropa extranjera firmemente adscrita a la Francia
Libre (jamás como unidad autónoma de esta). No obstante, se les
permitió bordar en sus uniformes franceses la antigua bandera
tricolor republicana.
La División Leclerc se denominó
oficialmente «2ª División Blindada» y su 9ª Compañía fue más
conocida como «La Nueve» o «La Novena», con el capitán francés
Raymond Dronne al mando. La mayor parte de los españoles allí
integrados eran socialistas, anarquistas, del POUM catalán o
apolíticos hostiles a Franco, con unos escasos comunistas, mientras
que otros simplemente llegaban como desertores de campos de
concentración marroquíes y argelinos.
En septiembre de 1943, la División
Leclerc fue transferida a Rabat en Marruecos, donde se la dotó de
armamento procedente de los Estados Unidos:
Camiones Dodge, GMC, Brockway, Diamond y también muchos Jeeps.
Algunos de los nombres españoles que
les dieron a los tanques fueron muy curiosos:
Componían la unidad de mando un Jeep con el nombre de «MORT
AUX CONS» y el semioruga «LES COSAQUES».
A
la 1.ª Sección de Combate, pertenecían: DON QUICHOTTE, CAP
SERRAT, LES PINGOÜINS, MADRID, GUERNICA (remolcando un cañón
de 57 mm).
A
la 2.ª Sección de Combate: RESISTENCE, TERUEL, ESPAÑA CAÑI
(luego LIBERATION), NOUS VOILA y EBRO (remolcando un cañón de
57 mm).
La
3ª Sección de Combate: TUNISIE 43, BRUNETE, ALMIRANTE BUIZA,
GUADALAJARA y SANTANDER (remolcando un cañón de 57 mm).
Junto a estos vehículos, rodaban
unos cuantos camiones encargados del suministro y abastecimiento de
La Nueve. Veteranos anarquistas intentaron nombrar a un carro de
combate como su fallecido líder Buenaventura Durruti, pero los
franceses no lo permitieron, por lo que le pusieron Les Pingouins.
En los tanques manejados por los españoles se permitió también
pintar la bandera de la Segunda República Española.
La División Leclerc, con la 9ª
Compañía, se trasladó de Marruecos a Gran Bretaña. El 6 de junio de
1944 se llevó a cabo el Desembarco de Normandia, y aunque
participaron algunos españoles dispersos en otras unidades aliadas,
la 9ª Compañía se quedó en suelo británico. Finalmente el 4 de
agosto la 9ª Compañía desembarcó en la playa de Utah (playa de la
Madelaine), al norte de la bahía de Carentan en Normandía. La
División Leclerc, contando con "La Nueve", se encuadró dentro del
III Ejército estadounidense liderado por el célebre general George
Patton.
Las primeros enfrentamientos ligeros
que tuvieron los republicanos españoles contra la Wehrmacht, se
desarrollaron en sitios como Rennes, Le Mans, Château-Gontier y un
papel muy destacable junto a los soldados estadounidenses en Alençon.
El 7 de agosto la 9ª Compañía sufrió su primer muerto en combate, el
español Andrés García. El 12 de agosto los Aliados quedaron
sorprendidos ante la experiencia bélica de la 9ª Compañía, cuando
los españoles capturaron a 129 prisioneros alemanes en Eccouché.
El 16 de agosto la División Leclerc
fue atacada por las divisiones de las Waffen-SS Adolf Hitler y Das
Reich, las 9ª y 116.ª Divisiones Panzer y la 3ª División de
Paracaidistas. La batalla fue muy cruenta: El 16 murió el catalán
Constant Pujol abatido por la ráfaga de la metralleta de un oficial
alemán, por lo que su compañero Joan Castells le vengó disparando
con su pistola al alemán hasta matarlo. Al día siguiente, el 17,
cayó Roberto Helios; los días 18 y 19 el II Ejército británico de
Bernard Montgomery llegó a la zona y lanzó un contraataque salvando
a los soldados españoles de una masacre. Los españoles celebraron
una misa en la iglesia de Eccouché en honor de los caídos.
La ciudad de París se sublevó contra
los alemanes el 20 de agosto de 1944, y Charles de Gaulle insistió
ante el mando supremo aliado para que tropas de la Francia Libre
acudieran a liberar la capital francesa antes que la Wehrmacht
decidiera luchar en las calles y destruyera estructuras urbanas
fundamentales (puentes sobre el río Sena, redes de agua, edificios
públicos) conforme lo había ya ordenado Adolf Hitler.
Primeramente el mando
estadounidense, dirigido por Dwight D. Eisenhower, prefería atacar
masivamente a las tropas germanas que se concentraban al norte de
París y retardar la conquista de dicha ciudad. Pese a ello, De
Gaulle ordenó a sus tropas aprovechar la revuelta de la Resistencia
Francesa con el fin de tomar París y para ello fue elegida la
División Leclerc. Precisamente en esta ocasión la 9ª Compañía
española, unidad de reconocimiento de la División Leclerc, es la
primera unidad aliada en penetrar en la urbe.
A las 21:22 horas de la noche del 24
de agosto de 1944, la 9ª Compañía irrumpió en el centro de París por
la Porte d'Italie. Al entrar en la plaza del Ayuntamiento, el
semioruga español "Ebro" efectuó los primeros disparos contra un
nutrido conjunto de fusileros y ametralladoras alemanas. Después los
civiles que salieron a la calle cantando La Marsellesa, para su
sorpresa constataban que los primeros soldados liberadores eran
todos españoles. El jefe francés de la 9ª Compañía, Raymond Dronne,
se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von
Choltitz para requerir la rendición.
Mientras se esperaba la capitulación
final, los españoles tomaron al asalto la Cámara de los Diputados,
el Hôtel Majestic y la Plaza de la Concordia tras sufrir un muerto.
A las 3:30 horas de la tarde del 25 de agosto, la guarnición alemana
de París se rindió y fueron los soldados españoles quienes
recibieron como prisionero a Von Choltilz, mientras otras unidades
francesas también entraban en la capital. El general estadounidense
Eisenhower remitió entonces parte de sus tropas para colaborar con
los franceses.
Al día siguiente, el 26 de agosto,
las tropas aliadas entraron triunfantes en París. Los españoles
desfilaron frente a la Catedral de Notre Dame y posteriormente
escoltaron al general Charles de Gaulle por los Campos Elíseos. Los
soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus
estandartes los colores de la Segunda República Española; las
posteriores protestas del régimen franquista fueron ignoradas por el
gobierno francés.
Tras la Liberación de París la
guerra prosiguió. La 9ª Compañía abandonó la capital francesa el 8
de septiembre para volver al frente. El día 12 los españoles
obtuvieron un señalado éxito cuando hicieron prisioneros a 300
soldados alemanes al tomar la ciudad de Andelot. El 15 cruzaron el
río Mosela y establecieron una cabeza de puente tras las líneas
alemanas, donde tuvieron un enfrentamiento con heridos en Châtel-sur-Moselle.
El mando militar dirigido por
Charles De Gaulle reconoció la importancia de la 9ª Compañía dentro
del Ejército francés, y el 26 de septiembre él en persona repartió
las principales condecoraciones en la ciudad de Nancy. La Medalla
Militar y la Croix de Guerre fueron entregadas al capitán francés
Raymond Dronne, al subteniente canario Miguel Campos, al sargento
catalán Fermín Pujol y al cabo gallego Cariño López.
La batalla por la recuperación de
Alsacia comenzó en noviembre; allí los alemanes destruyeron con un
proyectil un tanque español donde iba el alférez Federico Moreno,
aunque por suerte no hubo bajas. El 23 de noviembre la 9ª Compañía
española tomó la capital alsaciana de Estrasburgo, siendo esta la
última gran ciudad francesa perdida por las tropas alemanas.
Cuando la 9ª Compañía cruzó el río
Rin y se internó en suelo alemán, los españoles quedaron estancados
por el frío invierno de -22 C en el camino boscoso hacia Múnich. A
lo largo de ese tiempo sufrieron unas 50 bajas por congelación y las
bombas. Cuando se acabó el invierno la 9ª Compañía se puso en marcha
de nuevo. La actuación más importante en esta etapa de la 9ª
Compañía fue el 5 de mayo de 1945 al participar en la toma del Nido
del Águila, el refugio final de Adolf Hitler en Berchtesgaden.
La Segunda Guerra Mundial terminó en
Europa el 8 de mayo de 1945 tras la rendición incondicional de
Alemania. Hasta ese momento la 9ª Compañía había sufrido 35 muertos
y 97 heridos; sólo 16 españoles seguían en activo al momento de
llegar la paz, aunque muchos otros continuaban prestando servicio en
otras unidades del Ejército francés.
Tras la guerra, varios veteranos
españoles quedaron en el Ejército francés, otros prefirieron
desmovilizarse y permanecer como civiles en Francia. Amargamente,
sus triunfos de combate no sirvieron para que pudieran volver a
España ni ayudaron a la caída del régimen de Francisco Franco, como
muchos de ellos proyectaban. Ante ello, los veteranos españoles
continuaron como exiliados políticos durante muchos años más. Fue
una pena para ellos, pues fueron grandes héroes de la Segunda
República Española en el Exilio
Los méritos de la 9ª Compañía
española fueron reconocidos por los historiadores especializados,
pero gran parte de la historiografía francesa prácticamente ignoró
su gran importancia en el episodio concreto de la Liberación de
París (tratándola como un evento exclusivamente francés). Los
historiadores españoles estudiaron a la 9ª Compañía ampliamente sólo
después de la caída del franquismo, cuando se reconoció a esta
unidad por su destreza y valor.
Hubo que esperar a agosto del 2004
para que la ciudad de París realizara un homenaje adecuado a los
españoles de la División Leclerc que tanto habían contribuido con su
liberación sesenta años antes. Para tal efecto se desveló una placa
conmemorativa junto al río Sena en el Quai Henri IV.
El 25 de agosto de 2012, durante la
celebración del 68 aniversario de la Liberación de París, una
bandera republicana participó en dicho acto a modo de reconocimiento
del papel de La Novena en la liberación de la ciudad, siendo
reconocido este hecho en el discurso del Presidente de la República
francesa, François Hollande.
DOCUMENTAL: La Nueve, los
olvidados de la victoria.