Apuntes biográficos

En abril de 1983 el Parlamento de Andalucía reconoce a Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza, en un acto de justicia histórica por lo determinante que fue su papel en el proceso autonómico andaluz.

Blas Infante Pérez nace en 1885 en Casares (Málaga), donde pasa sus primeros años hasta 1895, cuando ingresa como alumno interno en el colegio de los Escolapios de Archidona (Málaga). Vive su infancia en el contexto de una Andalucía campesina, que atraviesa un momento de crisis, fuerte analfabetismo, paro y emigración, que trascienden en su posterior acción política.

"Yo tengo clavada en mi conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su agonía con la agonía triste de las tardes invernales...". Blas Infante, ‘Ideal Andaluz’ (1915)

Después de cinco años en los Escolapios regresa a Casares. Trabaja durante un tiempo como escribiente en el Juzgado Municipal, pero en 1904 se traslada a Granada a estudiar Derecho, licenciándose año y medio más tarde. Regresa entonces a su pueblo natal, donde prepara las oposiciones de notario que aprueba en 1909, lo que le abre la puerta de la notaría de Cantillana (Sevilla). Al establecer su residencia entre este pueblo y Sevilla, entra en contacto con el mundo político e intelectual del Ateneo sevillano, donde se impregna de la preocupación por las reformas políticas, la problemática social y las cuestiones andaluzas.

De esta etapa son sus primeros escritos. El más importante, ‘Ideal Andaluz’, que presenta en el Ateneo sevillano en 1914 y publicaría un año más tarde. En 1916 funda el primer Centro Andaluz en Sevilla con el propósito de crear un órgano de expresión de la realidad cultural y social de Andalucía. Comienza de este modo a dar forma a la lucha por la Autonomía. En este sentido, promueve además la celebración de la Asamblea de Ronda de 1918, donde se asume la Constitución Federal de Antequera de 1883 que pretendía la integración en un Estado conformado por varias entidades territoriales. En esta misma Asamblea se aprueban la bandera blanca y verde y el escudo de Hércules triunfador como símbolos de la Autonomía de Andalucía. En 1919 redacta el Manifiesto de Córdoba, en el que reivindica a Andalucía como nación. En ese mismo año se casa con Angustia García Parias, que será madre de sus cuatro hijos.

Con la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera en 1923 se suprimen los Centros Andaluces y Blas Infante se traslada a Isla Cristina como notario. Vive allí una etapa de “exilio interior” dedicado al estudio y a la familia, mientras observa cómo se desvanecen los logros conseguidos hasta el momento en la lucha por la Autonomía, entre ellos la clausura de los Centros Andaluces.

   

Durante este periodo viaja por Marruecos en busca de la tumba de Al–Motamid (último rey de Sevilla) e investiga los orígenes del flamenco. Esta etapa se prolonga hasta 1931, cuando se proclama la Segunda República y Blas Infante regresa a Sevilla como notario de Coria del Río. Allí levanta Dar–al–farah (la Casa de la Alegría), donde pasará los últimos años de su vida. Desde esta residencia retoma su labor pro–Estatuto y vuelve al terreno de la política formando parte, sin éxito, de algunas candidaturas andalucistas y redactando un proyecto de Reforma Agraria que se paraliza en las Cortes. En un clima convulso a nivel político y social se prepara el referéndum para aprobar el ansiado Estatuto de Autonomía de Andalucía, pero el estallido de la Guerra Civil en 1936 frena en seco todas las aspiraciones autonomistas, cobrándose en Blas Infante a una de sus primeras víctimas.

El 2 de agosto de ese mismo año es detenido y el día 11 es fusilado en la carretera de Sevilla a Carmona. Cuatro años después se dicta una condena a muerte en su contra "por haberse significado como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz".


Obras claves de su pensamiento

Es difícil sintetizar en un listado bibliográfico la prolífica obra de Blas Infante en pro de la Autonomía andaluza, ya que su contribución a esta lucha no sólo queda reflejada en diferentes publicaciones, sino también en numerosos escritos y documentos.

‘Ideal Andaluz’ (1915): Considerada su obra más importante, en ella explica su visión de la historia, la identidad y los problemas de Andalucía, aportando propuestas para su fortalecimiento.

“La obra de Costa” (1916) : Un breve estudio leído en la velada organizada por El Ateneo de Sevilla en el V aniversario de la muerte de Costa.

“La Sociedad de las Naciones” (1919):  En colaboración con J. Andrés Vázquez, fue Impresa en Sevilla.

“Manifiesto andalucista” (1919): Primera edición por el Centro Andaluz de Córdoba.

‘Motamid, último rey de Sevilla’ (1920): Drama teatral que cuenta los últimos días del rey poeta que gobernó el reino taifa de Sevilla durante gran parte del siglo XI. Motamid es para Infante el prototipo de príncipe andaluz por su cultura y fortaleza.

‘Cuentos de animales’ (1921): Conjunto de relatos de carácter pedagógico.

‘La Dictadura Pedagógica’ (1921): Ensayo en el que plantea una personal utopía sobre un sistema que busque en la democracia y la libertad un nuevo camino para el engrandecimiento de los pueblos y la humanidad.

“Reelección fundamental” (1921): Editado por Avante, una de sus obras más desconocidas.

‘Fundamentos de Andalucía’ (1929): Inconclusa, no fue editada en vida de Blas Infante. Aporta una revisión de los motivos ideológicos que sustenta las claves de su pensamiento. Se compone de dos ensayos principales: ‘Crítica al principio de las nacionalidades’ y ‘Determinación del principio de las culturas’, en los que niega la existencia natural de la nación y defiende la fundamentación de las mismas en aspectos culturales.

‘Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo’ (1929-1933): Estudio sobre la expresión artística suprema del pueblo andaluz en el que revisa, desde el origen del nombre hasta la relación con el mundo islámico. No fue editada en vida de Blas Infante.

‘La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía’ (1931): Memoria de los acontecimientos ocurridos en 1931 cuando Blas Infante fue acusado de promover una sublevación campesina para proclamar el “Estado libre de Andalucía”. En esta obra quedan reflejados los planteamientos sociopolíticos del movimiento Liberalista en Andalucía.

‘Andalucía desconocida’ (193?): Una historia somera de Andalucía editada por la Junta Liberalista

“Cartas andalucistas” (1935):  Reflexiones personales de Blas Infante sobre la política y los políticos.

“Manifiesto a todos los andaluces” (1936): Imprenta municipal de Sevilla

Obras inéditas

“Renovación del sentido de la cultura” (1923): Conferencia del Ateneo Popular de Sevilla

“El Libro Nuevo” (1924): Escritos religiosos

“Cartas a Erina” (1925): Escritos filosóficos

“Almanzor” (1929): Drama en tres jornadas. De la tercera se conserva el original incompleto


La Ruta de Blas Infante

La Casa de Blas Infante de Coria de Río se incluye en este itinerario turístico integrado por ocho municipios andaluces

La Casa de Blas Infante en Coria del Río, en Sevilla, es una de las paradas obligatorias de la Ruta de Blas Infante, una iniciativa cultural, educativa y turística impulsada por ocho municipios andaluces ligados a la memoria y a la trayectoria política e intelectual del Padre de la Patria Andaluza.

Localidades andaluzas que fueron importantes en la trayectoria vital de Blas Infante:

Desde febrero de 2013 diferentes pueblos y ciudades de Andalucía se han unido para construir una ruta turística diferente, que muestre la belleza de su pasado, de su naturaleza, la afabilidad de sus pobladores, lo mejor de sus costumbres, la mejor muestra de sus culturas populares… Todos unidos por la memoria de Blas Infante. El hilo conductor de esta original ruta turística será sin duda lo mejor de Andalucía, sus playas mediterráneas y atlánticas, sus paisajes de interior o de costa, sus gentes, sus fiestas… Los mismos lugares que conoció y defendió tras su Ideal Andaluz, el Padre de la Patria Andaluza. Y, por supuesto, respirar los mismos lugares que transitó Blas Infante Pérez de Vargas.

Casares

Enclavada entre la Serranía de Ronda y el Mediterráneo, con el río Manilva al Este y el arroyo Vaquero al Oeste, se encuentra la villa de Casares. Paradigma de pueblo blanco andaluz, de fisonomía inconfundiblemente andalusí y exquisita arquitectura popular, Casares es un majestuoso pueblo de tradición agrícola y lleno de abnegadas historias de vida. Considerado uno de los pueblos más bellos de la provincia de Málaga y declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1978, su historia de dignidad e integridad no solo se queda en haber sido uno de los últimos reductos andalusíes en caer, ni en haber sido una de las pocas plazas fuertes que no se dejaron avasallar por las tropas galas. Sino que además, el 5 de julio de 1885, poco después de las 11 de la mañana, Casares ve nacer al más ilustre y relevante de sus ciudadanos: Blas Infante Pérez de Vargas.

Todo Casares está lleno de su recuerdo.. Nada más llegar al pueblo, subiendo la pausada cuesta de la calle Carrera, en el número 51, tendremos la oportunidad de visitar la Casa Natal de Blas Infante. Este será el punto de partida de este viaje por la Ruta de Blas Infante: la casa donde nació. La casa natal ha sido remodelada recientemente en 2013, si bien el inmueble fue comprado por el ayuntamiento e inaugurado en 1998, y se ha cambiado para cumplir una mejor didáctica de cara a la ciudadanía.

Uno de los objetivos de esta nueva etapa es ofrecer al visitante la conexión entre el Andalucismo Histórico y la defensa de Andalucía en la actualidad. No se entiende Andalucía si no miramos hacia aquellos que lucharon por su identidad y territorio ya a finales del siglo XIX. Blas Infante era el máximo exponente de aquellos pioneros y ha sido el que nos ha proporcionado el mejor legado para las luchas por la Autonomía en los años 70 y 80. No se entiende tampoco Andalucía si no miramos nuestra historia más reciente: la lucha por la tierra, la vivienda, la cultura andaluza…. La exposición En defensa de Andalucía y la vitrina dedicada a la Memoria Democrática de Andalucía contienen este objetivo.

Y por supuesto podremos encontrar la biografía completa de Blas Infante de forma didáctica en paneles explicativos y con un documental sobre su vida y relación con Casares. La casa natal además alberga la reproducción del certificado de nacimiento y la edición facsímil de La Constitución de Antequera de 1883. Al abrir las ventanas de la casa veremos el magnífico pueblo de Casares.

Pasear por sus calles más llanas les hará encontrar con una rica actividad comercial, bares y restaurantes de gran calidad, donde se ofrecen manjares propios de la zona, acompañados siempre del extraordinario pan autóctono.

Y la oferta para el visitante es muy grande, pues su gran término municipal contiene maravillas naturales que propician el deporte como la escalada, el senderismo, la bicicleta… y otras prácticas de turismo activo. También es recomendable bañarse en las aguas sulfurosas de unos baños de origen romano, Los Baños de la Hedionda, muy frecuentados en vida por Blas Infante y por su madre Ginesa, que por su salud lo necesitaba, en el que compraron incluso un barracón para que pasara algunos veranos allí.

Un buen lugar donde venir a pasar unos días, conocer sus alojamientos y hoteles, bien preparados para el turismo. Una experiencia única, conocer un pueblo de montaña que nace en el Mediterráneo, en plena Costa del Sol, y que fue la cuna del padre de la patria andaluza.

Manilva

Muy cerca de Casares, en el municipio de Manilva, Blas Infante pasó inolvidables momentos en muchas excursiones a sus playas o camino de Gibraltar, ciudad que visitó en más de una ocasión. En Sabinillas, barriada costera de Manilva, su hermano Ignacio compró una finca para que la familia se reuniera en verano, pues es Juez de Alcalá de Henares y sus padres han mudado residencia a Madrid. Esta casa fue recuperada por el Ayuntamiento y mantiene el nombre de Villa Matilde, nombre de la cuñada de Blas Infante, y es un espacio cultural reseñado con una cerámica como lugar infantiano.

En esto bello pueblo malagueño donde la Costa del Sol se encuentra ya con la provincia de Cádiz, se puede avistar África. En sus playas paseó y disfrutó de la belleza de nuestra tierra.
 

Hoy en día Manilva, con sus núcleos costeros, Sabinillas y El Castillo, es un lugar preeminentemente turístico que conserva todavía población trabajadora en el sector primario, tanto en el campo, donde destaca el cultivo de la vid y la explotación de la uva moscatel de mesa, la pasa y el vino. Y también la extracción pesquera, con un puerto pesquero para la flota de pesca artesanal, que aún hoy conserva viva sus tradiciones y ofrece gustosos productos a los visitantes y una experiencia única para conocer de primera mano estos tesoros tradicionales.

La tradición pesquera se puede apreciar en las barriadas costeras de Sabinillas, donde se puede pasear por el bello barrio de la Virgen del Carmen, magnífico espacio de callecitas pueblerinas que hablan de la sencillez y amabilidad de sus gentes. Sus habitantes, personas muy dinámicas que cada día dan vida con negocios de los más variados y ofreciendo servicios a los turistas. Y otro paseo inolvidable por El Castillo, barriada que conserva un Castillo del siglo XVIII, y que tiene afamados restaurantes donde degustar pescados de la zona. El Castillo y su recinto está abierto al público donde se pueden disfrutar de actividades culturales y de ocio, y visitar la exposición permanente del Museo de la Esgrima y el Museo Municipal Arqueológico.

Archidona

En la comarca nororiental de Málaga, anclado sobre la falda de la Sierra de Gracia y dominando un horizonte de suaves ondulaciones, Archidona se mece entre la leyenda de los enamorados y la realidad de un rico patrimonio arquitectónico declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980. Este es el lugar donde Blas Infante estudia sus primeros años y abre los ojos a la realidad social de su Andalucía.

Entre 1896 y 1899 su familia lo matricula como alumno interno del colegio de los Padres Escolapios de Archidona. Una de las causas fue que tenía un destacado profesorado; El padre Salvador Jiménez Coronado, fundador del Observatorio Astronómico de Madrid, o Jorge López, citado por Galdós en los Episodios Nacionales, consejero del Infante Francisco de Asís, futuro rey consorte. Estudiantes de toda Andalucía acudirán a este Centro que hoy alberga el Instituto "Luis Barahona de Soto", siendo uno de los pocos edificios que lleva más de doscientos años dedicado a la enseñanza.

En este ambiente juega, estudia y convive con los hijos de jornaleros, mientras recibe una educación ilustrada, liberal y renovadora. Es aquí donde escucha y aprende a cantar por primera vez el Santo Dios, himno de los padres escolapios y que serviría de base al himno de Andalucía que escribirá más adelante en Cantillana. En este centro archidonés entra en contacto también con la conocida “Puerta de la guiropa”, lugar por donde los sacerdotes repartían diariamente a los jornaleros una sopa de patatas con carne, denominada guiropa y de ahí el nombre de la puerta que el padre de la patria aludirá después en sus escritos.

Será también aquí donde Blas Infante comenzará a descubrir el pasado andalusí de nuestra tierra.

Como en las intrahistorias de otros muchos pueblos andaluces aparece la cuestión morisca. En Archidona aún queda recuerdo de ello hasta en el nombre de alguna calle. Presencia importante a principios del siglo XVII, y que al parecer no llegan a ser embarcados tras los decretos de expulsión. La ciudad ofrece lugares donde recordar esta presencia morisca que conforma el crisol de culturas que es Andalucía. Archidona refleja en sus monumentos el paso del tiempo y las culturas . Entre su patrimonio destaca el castillo, donde se conserva la única mezquita de la provincia, y que tras la reconquista fue convertido en el santuario de la Virgen de Gracia, patrona de la localidad. También la singular plaza Ochavada, del siglo XVIII, de planta octogonal de influencia francesa donde se mezclan rasgos del estilo mudéjar con el barroco andaluz. Se trata de un conjunto arquitectónico de gran belleza en el que, como ocurre en la ermita de la Virgen de Gracia, los arcos y pilastras de los edificios son de ladrillo rojo en tanto que el resto de la fachada es de mampostería pintada de blanco.

Además de este magnífico patrimonio histórico Archidona cuenta también con un importante patrimonio natural, Las lagunas de Archidona o la Hoz de Marín son enclaves obligados para los amantes de la naturaleza. Cabe destacar la conocida Peña de los enamorados, a medio camino entre Archidona y Antequera, origen de la leyenda de los enamorados que Blas infante veía desde el observatorio de las Escuelas Pías y que después plasmaría en el fresco de su Villa Alegría. 

Isla Cristina

Blas Infante Peréz de Vargas llega a Isla Cristina, provincia de Huelva, en el año 1922.

En octubre de 1921 acude al teatro Victoria de Isla Cristina para impartir una conferencia titulada “El verdadero concepto de la paternidad”, a la que acuden Alejandro Guichot, Ortega y Gasset y Manuel Siourot entre otros ilustres intelectuales.

Al año siguiente permuta su notaría por la de esta localidad y muda allí su residencia.

En esta ciudad, de una intensa actividad cultural , que le impacta por su actividad industrial y pesquera, muy lejos de la Andalucía agraria que conoce hasta ese momento, colabora con el Casino de la Unión o “de los pobres”, participa en la fundación del Ateneo local en 1926, escribe en varias publicaciones locales como La Higuerita —que continúa hoy en activo—, y redacta buena parte de su obra publicada.

En el plano personal, tiene sus dos primeras hijas —Luisa y María de los Ángeles—, realiza sus viajes a Portugal, Galicia y Marruecos —a visitar la tumba del rey andalusí Al Mutamid—, y tiene lugar el capítulo del zorro Dimas: Blas Infante rescata una cría de zorro de manos de unos cazadores, a la que acoge en su propia casa y con la que establece un paralelismo de incomprensión con el mundo que le rodea.

Blas Infante en aquellos años disfruta sin duda de la joven ciudad de isla Cristina que experimenta en esos años un despegue económico y social.

Municipio próximo a la frontera con Portugal enclavado en una península a orillas del Atlántico nos ofrece en la actualidad una variedad de actividades.

La ciudad fue fundada por pescadores de atunes y sardinas de origen valenciano y catalán, también tuvo población portuguesa.

En 1788 pasó a depender de la corono y tomó el nombre de ‘La Higuerita’ árbol que simboliza el nacimiento del pueblo junto a un pozo.

Cambió su nombre por el actual en 1834 en clara referencia a la reina María Cristina y en 1924 con la ilustre presencia de Blas Infante en la localidad recibe el título de ciudad bajo el reinado de Alfonso XII.

Su joven historia hace que destaque sobre todo su patrimonio natural, principal argumento de actividad de progreso incremento.

Sus calles llenas de vida son fiel retrato del desarrollo del siglo XX.

Sus casas como la de ilustres vecinos Diego Pérez Pascual, la casa de Hermenegilda Zamorano Soler, Román Pérez Romeo o casas patio tan maravillosas como la de San Francisco. Unas calles que mantienen la identidad que conociera Blas Infante.

La ciudad que no deja indiferente y quedará grabada en nuestra retina como un lugar donde se funden memoria y actualidad, la Andalucía trabajadora y abierta al mundo, la ciudad que acogió como si de un retiro se tratase a Blas Infante, antes que volviera a Sevilla al corazón del ajetreo político y el advenimiento de la II República.

Cantillana

Tras aprobar las oposiciones a notario con 24 años, debe esperar un año para tener la edad legal para ejercer. Es entonces cuando toma posesión de la notaría de Cantillana, que mantiene de 1910 a 1922, en la esquina de la calle Iglesia con la antigua Severo Ochoa, justo hoy donde se encuentra una placa conmemorativa. En la casa contigua reside con su esposa Angustias tras el matrimonio de ambos en 1919, aunque este edificio hoy no se conserva. Durante doce años paseó por las calles del casco viejo de este pueblo de la vega sevillana. En esta época en el pueblo mantiene amistad con personalidades del movimiento fisiocrático y conoce al médico anarquista Pedro Vallina, que inaugura un sanatorio antituberculoso en las afueras de la localidad. Y por supuesto ingresa en el Ateneo de Sevilla donde seguirá la actualidad social y política.

Este pueblo blanco de la vega sevillana, puerta de la sierra norte, manifiesta una gran belleza en sus calles, que recogen el fervor religioso de sus gentes, una seña de identidad de este pueblo.

El interés de Blas Infante por la cultura andaluza, crisol de civilizaciones milenarias, le llevó a ser un gran aficionado a las leyendas, a los cuentos populares andaluces…y a escuchar lo que sentía el pueblo andaluz. En Cantillana vuelve a escuchar el Santo Dios a los campesinos, segadores y jornaleros, relacionándolo esta vez con el trabajo y con la tierra. En estos años escribe el Ideal Andaluz y mantiene una actividad política intensa en la capital, inaugurando el primer Centro Andaluz en 1916. Y en cuanto a su actividad profesional desarrolla un gran trabajo por Lora, Peñaflor y Puebla de los Infantes.

Un paseo por sus calles. Callejón de las flores, Plaza de la Misericordia…llegar a la muralla antigua del pueblo, acercarse al Hospital de todos los santos, la torre del reloj… entrar en sus iglesias y ermitas, es un agradable paseo por un pueblo típicamente andaluz, donde destacan además de sus casas blancas y limpias, la cantidad de azulejos que han ido decorando sus fachadas. Y saludar a la vega del Guadalquivir, asomándose a su paseo mirador, donde hay un recuerdo en forma de cruz a los pescadores y barqueros que allí en otro tiempo existieron.

Coria del Río

Tras la dictadura del General Primo de Rivera, Blas Infante vuelve a permutar su notaría, ahora por la de Coria del Río, y establece su residencia al poco tiempo en Dar Al Farah (Casa de la Alegría) en la que es la única propiedad de toda su vida. Hoy es Casa-Museo y forma parte del recinto museístico del Museo de la Autonomía de Andalucía, que difunde la lucha por la Autonomía andaluza. Junto a la casa natal de Casares, esta casa es uno de los patrimonios más importantes conservados de Blas Infante, y un fuerte atractivo para conocer la vida y obra del genial andaluz, así como de la historia de Andalucía.

Sobre un altozano que domina el Guadalquivir en Coria del Río, limitando ya con Puebla del Río, Blas Infante diseñó y construyó en 1931 su propia casa. Allí habitó con su familia hasta su detención en 1936.

Los visitantes pueden recorrer las estancias originales, restauradas recientemente, y a la vez disfrutar de un innovador discurso museográfico que permite redescubrir la figura del Padre de la Patria Andaluza y revitalizar los fundamentos de su pensamiento.

Todas las visitas comienzan atravesando el Museo de la Autonomía de Andalucía. Antes de llegar a la casa pasaremos por los jardines que él mismo creó con especies autóctonas de Andalucía, y se accede a la vivienda que cuenta con doce espacios temáticos.

La construcción de la casa corresponde a la última etapa de su vida, entre 1931 y 1933. Posee un estilo muy personal que mezcla elementos de varias épocas y tradiciones, alejándose del regionalismo típico de la construcción de principios del siglo XX.

Por fuera destaca su apariencia sobria, con muros de ladrillo coronados por almenas escalonadas propias de la tradición almohade. Por dentro, la casa combina una serie de elementos como yeserías, azulejos, pinturas murales, muebles y columnas que conforman un interior ecléctico y abigarrado que encierra una profunda simbología.

Como estancias más destacadas se encuentran el comedor principal de la familia Infante, que recoge en sus cuatro paredes pinturas murales de estilo orientalista como reconocimiento del papel de la cultura musulmana en la historia de Andalucía; la biblioteca, que consta de más de 1.500 volúmenes; o el despacho, en el que pueden contemplarse algunos de los objetos habituales de su trabajo, como el sillón o el archivo de los documentos personales y profesionales.

Desde esta casa Blas Infante propicia la transformación de los Centros Andaluces- aquellos que se crearon en 1915, de los cuales el sevillano fue el primero-que revitalizan y el proceso estatuario durante la IIª República.

La cercanía a Sevilla facilita a Blas Infante, además de abrir despacho también allí, participar activamente en su vida política. Así en 1931 se presenta de nuevo a unas elecciones, esta vez en la Candidatura Republicana Revolucionaria Federalista Andaluza. También en esta época tras numerosas propuestas se establecen la letra y música del Himno de Andalucía que se estrena unos días antes del golpe de estado.

El 2 de agosto de 1936 Blas Infante es detenido por los sublevados en su casa de Coría del Río y conducido a la Cámara Agraria, donde Falange Española de las JONS había instalado su cuartel. Unos días más tarde es trasladado al antiguo Cine Jáuregui, también reconvertido en este caso como cárcel. De allí lo sacan la noche del 10 al 11 de agosto para fusilarlo a la altura del kilómetro 4 de la carretera Sevilla-Carmona.

Al día siguiente su cuerpo es trasladado al cementerio de San Fernando de Sevilla, al desconocer su familia su paradero y no poderlo reclamar hoy sigue enterrado en la fosa común.

El km 4 de esta carretera y la Casa de la Alegría, son declarados en 2011 como los dos primeros Lugares de la Memoria Histórica que reconoce la Junta de Andalucía.

Desde la Casa de la Alegría, aún hoy se puede observar el magnífico paisaje del pueblo de Coria extendiéndose hacia el río. De gran belleza, ha conservado un rico patrimonio gracias al cuidado y cariño de sus gentes. En el casco antiguo encontramos calles siempre ajetreadas donde la vida discurre entre vendedores ambulantes de camarones y frutos del campo de temporada, como los higos chumbos. Este pueblo milenario, posee un fuerte atractivo turístico para cualquier visitante. Además de la visita obligada al Museo de la A. y la Casa de la Alegría, es menester pasear por sus calles y encontrarse con su pasado y su realidad.

Peñaflor

Como extensión de la de Cantillana, Blas Infante pasa notaría en el Ayuntamiento de Peñaflor, en la actual Casa de la Cultura. Allí conoce a Angustias García Parias, con la que contrae matrimonio el 19 de febrero de 1919 en la capilla de su propia casa familiar, situada en el número 5 de la antigua calle Larga. Él tiene 34 años y ella 28. En esta época también es la primera vez que Blas Infante concurre a unos comicios, concretamente a las elecciones a Cortes de 1919, por el distrito de Gaucín. Al mismo tiempo también lo hace por el distrito de Sevilla en la Candidatura de la Democracia Andaluza, junto a Alejandro Guichot e Isidoro Acevedo. Años de intensa actividad política antes de su marcha a Isla Cristina. 

Peñaflor se encuentra situado en la margen derecha del río Guadalquivir, en la zona más oriental de la provincia de Sevilla, limitando con la provincia de Córdoba. El hecho de que esté ubicado entre el valle del Guadalquivir y las estribaciones de Sierra Morena convierte a Peñaflor en un lugar idóneo para realizar por la vecina sierra, rutas de senderismo, ecuestres y de cicloturismo.

Lugar de contrastes, donde las tierras de secano se mezclan con el regadío, las huertas de naranjos con las dehesas, las ganaderías de reses bravas con la caza de conejos, liebres, perdices o jabalíes. En su flora predomina la vegetación mediterránea: encinas, alcornoques, acebuches, coscojas y monte bajo, especies entre las que nacen exquisitos espárragos trigueros.

Castro del Río

En este viaje por los pueblos de Blas Infante haremos una escapada al municipio cordobés de Castro del Río, para conocer un lugar de vital importancia donde se produjeron los movimientos campesinos y jornaleros que fijaron aún más los ideales de tierra y libertad del padre de la patria andaluza.

En esta villa, asentada junto al río Guadajoz, afluente del Guadalquivir, han sucedido los grandes momentos de la historia. Los primeros pobladores de Castro del Río, los encontramos ya en la Prehistoria. Los estudios de sus tierras nos demuestran la intensidad de su poblamiento y la benevolencia de las mismas desde la Edad de los Metales. Se han encontrado restos neolíticos, ibéricos (recinto fortificado y exvotos), cerámica griega y campaniense, inscripciones romanas y visigodas,… lo que demuestra la bondad de estas tierras, hoy dedicados al olivo y a la vid.

La Villa de Castro del Río sufrió todos los vaivenes políticos y militares que caracterizan la historia más temprana del siglo XIX provincial. La enfrentada realidad socio-económica de Castro, junto a la temprana conciencia social de su grupo proletario, fortalecieron el predominio incuestionable de las corrientes libertarias en el periodo finisecular del siglo XIX y en buena parte del XX.

Desde 1913, Castro del Río se convertirá en la "Capital del sindicalismo cordobés", en palabras de Díaz del Moral. Y a partir de abril de 1915, la FAN (Federación Nacional de Agricultores) tendrá en Castro su cabeza centralizadora para toda la región cordobesa. Esta relevancia culminará con la celebración de los Congresos anarcosindicalistas de 1918 y 1919.

Estos congresos y su influencia sobre el movimiento político andaluz y en el propio Blas Infante son de esencial trascendencia. La enfrentada realidad socio-económica a la que hemos hecho mención unido a lo dicho anteriormente, tendrá sus consecuencias en los siguientes años y sobretodo en la represión sufrida después de la Guerra Civil de 1936.

En la actualidad Castro del Río es un municipio que fundamentalmente se sigue dedicado al campo, con grandes cultivos de olivo que producen un magnífico aceite con denominación de origen. También sus viñas producen un vino característico de la campiña cordobesa. Pero sin duda llama la atención la singular y única artesanía de muebles con madera de olivo. Famosas son las sillas y mecedoras que han salido de las manos de los artesanos del olivo. Un bello mueble que identifica el municipio con la delicadeza y la sabiduría del pueblo andaluz.


La memoria histórica marca el
80º aniversario del asesinato de Blas Infante

Los partidos apoyan la propuesta para anular la sentencia que condenó al padre de la patria andaluza

El 80º aniversario de la muerte de Blas Infante ha congregado a todos los partidos políticos andaluces en un acto protagonizado por la memoria histórica, ya que se reactiva la propuesta para anular la sentencia que le condenó en 1939. Desde el PP a Izquierda Unida, sindicatos y unas 200 personas han acudido al acto celebrado en Sevilla. Blas Infante fue el precursor del andalucismo y el Parlamento andaluz lo reconoce desde 1983 como padre de la patria andaluza. Su hija María de los Ángeles Infante y el exdefensor del Pueblo andaluz José Chamizo pusieron la nota poética al acto. "Como casi todas las pasiones, Andalucía no necesita un anillo. Seguimos a la cola del desarrollo y hace falta un despertar de nuestro pueblo", pidió Chamizo.

Mientras, en la arena política IU presentará en el Congreso de los Diputados una iniciativa para que declare ilegal la sentencia que condenó a Infante tres años después de su asesinato en 1936, una idea que la mayoría de grupos políticos ven con buenos ojos, aunque ninguno ha garantizado su apoyo en la Cámara Baja. El Parlamento andaluz ya aprobó esa petición al Congreso, pero ni José Luis Rodríguez Zapatero ni Mariano Rajoy recogieron el guante.

"Si el Congreso no la aprueba, la presentaremos todos los años (...) Si la derecha se incorpora al reconocimiento a Blas Infante, vamos ganando en el espacio de identidad y reconocimiento a una figura legendaria", ha avanzado optimista el coordinador de IU, Antonio Maíllo.

Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, ha censurado que la tumba del general golpista Queipo de Llano "permanezca en la basílica de la Macarena y los restos de Blas Infante estén en una fosa común. Pedimos justicia, reparación y verdad". Rodríguez ha resumido: "Hay muchas cuestiones pendientes, algunas relacionadas con la justicia social en Andalucía".

Desde el PP, Patricia Navarro, alegó que estudiarán la propuesta de IU, porque son medidas que "caben" y "tendremos que estudiarla". "Todo lo que emana del Parlamento no siempre se cumple", ha dicho con resignación Navarro respecto a la negativa del Congreso. "Es fundamental romper con esa brecha que nos separa de otras regiones y de la Unión Europea", ha añadido.

El PSOE apoya la propuesta de IU. "El partido socialista está abierto a este tipo de cosas porque hemos sido pioneros en la memoria histórica", matizó Noelia Ruiz. Mientras, desde Ciudadanos se avanzó un voto positivo en el Congreso. "Es un camino a emprender y Blas Infante es nuestro referente. Vamos a apoyar todo lo que haya que apoyar", dijo Julio Díaz, de Ciudadanos.

Durante el acto, Chamizo describió su visión sobre la identidad andaluza: "Somos diferentes, ni mejores ni peores, la identidad del pueblo andaluz es resultado de un proceso milenario. Somos orgullosamente mestizos en nuestra historia ¿Qué hacemos entonces hacinando a los que huyen de la guerra del hambre?", dijo sobre la inmigración de ciudadanos africanos. Sobre el legado de Infante, su hija recordó: "Su obra y sus propuestas políticas siguen siendo desconocidas para los andaluces".

Sobre la memoria histórica, la Junta ha acordado recientemente 37 nuevas acciones en municipios andaluces, tal y como recoge este miércoles el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). La Consejería de Cultura realizará indagación, localización, exhumación e identificación genética en restos humanos de fosas en colaboración con familiares directos de víctimas, entidades memorialistas y Ayuntamientos.

Fuente: El País


10 de agosto:
lo que no quieren que sepamos de Blas Infante

Se acerca de nuevo la noche del 10 al 11 de agosto. Una noche como aquella de 1936 que terminó con el asesinato de Blas Infante Pérez a manos del ejército español. Caída la noche lo sacaron del cine Jaúregui para hacer su último viaje. En su puerta nos daremos cita mañana día 10 diversas organizaciones de la izquierda soberanista y revolucionaria  para rendirle de nuevo un sincero homenaje. Para recordar y recordarnos a aquellos que entregaron su vida por la libertad de Andalucía y a las propuestas que hicieron para sacar al Pueblo Trabajador Andaluz de la barbarie en la que lo sumió el colonialismo español como expresión peninsular hegemónica del imperialismo.

Pero recordar a Blas Infante implica también recordar sus planteamientos políticos que es algo que al Régimen le desagrada profundamente. No es de extrañar puesto que el pensamiento que desplegó el llamado “andalucismo” que dirigía Blas Infante supone un cuestionamiento radical de la Andalucía de principios de siglo XX (pero también de la Andalucía de principios de este siglo XXI). Todo ello a pesar de que la detención de Infante el 2 de agosto de 1936 en su casa de Coria del Río obligó a la esposa de D. Blas a quemar todos los escritos que consideró comprometedores, por ello los escritos que han llegado hasta nuestros días son tan sólo una parte, sesgada por su lado más revolucionario e independentista, del pensamiento infantiano.

En las vísperas del 10 de agosto de este 2016 y ante la previsible minimización y caricaturización del pensamiento político de Blas Infante es necesario recordar algunos elementos claves para entender su pensamiento que precisamente el Régimen intenta ocultar a toda costa:

1.- Blas Infante no era “autonomista”

La recuperación de la soberanía política andaluza fue una de las claves de su pensamiento. Cualquier semejanza de esa soberanía con la Andalucía autónomica actual es un chiste fácil puesto que el régimen actual es una descentralización de la administración estatal española sin autonomía efectiva alguna (ni económica, ni política, ni legal).

“…nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones que las de “República Andaluza o Estado libre o autónomo de Andalucía” para llegar a expresar aquella “Andalucía soberana, constituída en democracia republicana” que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía, por la asamblea de Antequera, hace medio siglo, en 1883…”

(La verdad sobre el complot de Tablada y el estado libre de Andalucía, 1931)

El modelo previo que constituía para Blas Infante un punto de partida para la verdadera autonomía andaluza era la Constitución Andaluza de 1883 que en el artículo que cita Infante continúa diciendo “y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al de las autonomías cantonales que la instituyen por este pacto”. Nada que ver con la Andalucía actual en la que las leyes se hacen como desarrollo y concreción de las leyes españolas y nunca en contraposición con ellas. Siguiendo un esquema vertical en el que es desde la corte centralista de Madrid donde se dictan las orientaciones esenciales de todos los aspectos que afectan a nuestra vida cotidiana (educación, salud, medio ambiente, economía, infraestructuras…) Como ejemplo podemos citar la anulación en 2011 del artículo del estatuto de 2007 referido a las competencias sobre la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir.

2.- Blas Infante no era defensor de la integridad del Estado.

Blas Infante maduró su pensamiento desde su primer obra “Ideal Andaluz” radicalizándolo hasta los últimos a años (1933-36) en los que abre una etapa posibilista. Pero en toda su trayectoria negó cualquier entidad nacional al Estado español. Lo reconoció como institución existente (un Estado) y como una realidad geográfica (utilizándolo muchas veces como sinónimo de Península Ibérica). Nunca como entidad nacional y así lo expresa cuando dice “Andalucía fue siempre pueblo cultural, guía libre de otros pueblos de España”. Su visión del Estado español fue especialmente radical (nos referimos a un análisis desde la raíz del Estado) en los años 20. Lo manifestaba en el Manifiesto de Córdoba (redactado en la asamblea de Córdoba de 1919) del que fue uno de los principales inspiradores:

“…Declarémonos separatistas de este Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de la justicia y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la Libertad; de este Estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los Pueblos extranjeros (…). Ya no vale resguardar sus miserables intereses con el escudo de la solidaridad o la unidad, que dicen nacional…”

Y también lo manifestó en un artículo aparecido en El Regionalista en 1.919 que no está firmado pero que es de su inconfundible autoría:

“…Andaluces: Si el Estado Centralista Español fue y es, como dicen sus sostenedores, la España viva, execrad esa sierpe de España. Renegad de ella.

¿Por qué llamáis patria a esa España? ¿Qué paternales desvelos tenéis a España que agradecer?”

Y lo expuso también durante 1923 en un mitín ante la Cámara de Inquilinos de Sevilla organizada por el anarquista y amigo Pedro Vallina: “…El Estado español no es expresión jurídica de una forma social sino poderes representativos de una clase dictadora…”

Además la utilización de España para Blas Infante es un elemento táctico, que viene a ocultar y evitar la persecución política de la que el andalucismo revolucionario de Infante fue objeto escondiendo la profundidad de su pensamiento. En una entrevista al diario El Sol en 1931 decía:

“La Dictadura (de Primo de Rivera) pese al sigiloso proceder que observábamos, proceder que sólo descifró en España el Sr. Cambó al decirme en una charla de tren que “liberalista” quería decir “separatista”, nos destrozó a nuestras sociedades, deportó a los adheridos de Córdoba y clausuró nuestras escuelas (los Centros Andaluces)”.

Es de esta manera que podemos entender algunas de las contradicciones aparentes del pensamiento infantiano en este sentido. Lo escribe el propio Blas Infante en una carta enviada al escritor catalanista Cases-Carbó (1936):

“…Nosotros, hemos practicado la táctica política. No hay más que una táctica: acomodación de la conducta política ( u ordenada al beneficio de la Comunidad), según las exigencias o permisiones de las circunstancias vigentes. Durante un cuarto de siglo hubimos de dirigirnos atentos a un aprovechamiento completo o exhaustivo de aquellas permisiones, elaboradas por nosotros mismos, o suscitadas por el azar, que a nuestra acción se iban ofreciendo…”

3.- La Andalucía libre de Blas Infante era una Andalucía internacionalista

Blas Infante se preocupó por el devenir mundial de los grandes acontecimientos de su época. Una de sus obras políticas de mayor profundidad política “La dictadura pedagógica” es formulada como una derivación andaluza del concepto marxista de la dictadura proletaria que acababa de ponerse en marcha tras la Revolución de Octubre de 1917. La visión nacional andaluza que formula Blas Infante no puede ser a su vez más internacionalista. Y por eso expresa:

“…Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Creo que, por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados de la Vida el lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la Causa del espíritu en Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta Causa con igual fervor…“

(Manuscrito AEE)

Expresó una adhesión al nuevo modo de producción económica socialista pero también de ordenación de la sociedad:

“hay dos clases de comunistas, la de aquellos que aspiran , mediante el esfuerzo propio a engrandecer su vida para darla toda a la comunidad; y la de aquellos que esperan en que una colectividad , formalmente comunista, venga a satisfacer las exigencias de su propia vida individual”

(La dictadura pedagógica, 1923)

Manifestó algunas críticas hacia la Nueva Política Económica de la Rusia bolchevique por utilizar algunos estímulos materiales:

“…la Dictadura del Proletariado tienen necesidad de acudir a idénticos resortes o estimulantes que la Dictadura burguesa, respondiendo al grado actual de evolución del espíritu de los hombres; comprando con premios, cintajos o bisuterías las motivaciones santas…”

(La dictadura pedagógica, 1923)

Pero supo ver en V.I. Lenin el “dictador pedagógico” que elevara la conciencia de las masas:

“…Nosotros aseguramos que, además, es la dictadura del proletariado la más transitoria de todas ¿No veis a Lenin, apenas iniciada la revolución de la conciencia rusa, pasada la reacción contra el régimen zarista, convertido ya en dictador pedagógico?…”

(La dictadura pedagógica, 1923)

4.- Blas Infante era profundamente anticapitalista

Su asesinato la noche del 10 al 11 de agosto de 1936 fue justificado y legalizado por el franquismo con una sentencia de muerte posterior que lo acusaba de: “formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta 1936 se significó como propagandista de un partido andalucista o regionalista andaluz” Esta imagen de Blas choca con la imagen que nos transmiten desde la Junta, el sistema educativo e instituciones análogas. Tras los 40 años de paz franquista nos han intentado vender un Blas Infante adocenado e inofensivo también en lo económico. Así es como quiere el Régimen que recordemos al mayor intelectual andaluz de la primera mitad del siglo XX.

Sin embargo nada más alejado de la realidad. Su apoyo es incondicional a la Reforma Agraria y a la alteración profunda de la propiedad de la tierra atentaba contraponiéndo los intereses de la burguesía agraria andaluza (tan importante en el sostenimiento del Estado español desde la segunda mitad del siglo XIX) a los del pueblo trabajador. Ya en una fecha tan temprana como 1913 manifiesta:

“…ha llegado la hora que el privilegio muera: no puede persistir la terrible impunidad que divide a los hombres en señores y esclavos: no puede perdonarse ese crimen monstruoso que premia el vicio y castiga la virtud, que otorga al ocio todos los placeres e inflinge al trabajo todas las virtudes. Ha llegado la hora de que el hombre se emancipe del yugo del hombre…”

Polemizó abiertamente con el otro andalucismo existente en la época porque lo cierto es que desde los primeros momentos en que el andalucismo comienza a formularse (en las primeras décadas del siglo XX) empieza también a definirse en dos líneas opuestas: la conservadora y españolista y la revolucionaria y soberanista. La segunda estaba dirigida por Blas Infante. El andalucismo regionalista y conservador estaba encabezado por José Gastalver.

Gastalver se oponía a la Reforma Agraria y afirmaba que en Andalucía “el problema es de producción de riqueza y no de distribución de la misma”. En la Andalucía donde las diferencias sociales y a desgualdad atenazaban a los trabajadores también había burgueses como Gastalver que querían fundamentarse en un regionalismo que pisoteara a los trabajadores para alzarse políticamente y conseguir un trozo del pastel político. Además el andalucismo de Gastalver era abiertamente estatalista y francamente oportunista. Elementos todos ellos que se reproducen en cierto andalucismo aún hoy. Todo ello hizo declarar a Blas Infante: “…si el es regionalista, nosotros no lo somos, y si lo somos nosotros él no lo es…” haciendo una clara oposición dialéctica entre el andalucismo conservador de Gastalver y el andalucismo revolucionario de Infante.

Pero el programa anticapitalista de Infante no se circunscribió solamente al mundo rural andaluz. En una intervención que hace ante la Cámara de Inquilinos de Sevilla (asociación de trabajadores que buscaban hacer un frente común de lucha frente a las subidas de alquiler de las viviendas que establecían los propietarios) plantea que la problemática del pueblo trabajador andaluz desposeído responde, evidentemente, a los mismos razonamientos tanto en el campo como en la ciudad: la colonización del país andaluz, su sometimiento al Estado…

“…Con este problema de la habitación, ocurrirá lo mismo que sucede con esa cuestión sombría que dicen “Problema Agrario Andaluz”, y que no es tal problema agrario, sino el más fundamental problema de un Pueblo que desconoció el feudalismo en los tiempos medievales; reducido, ahora, a esclavitud feudal, por haberle sido arrebatada desde hace siglos, la tierra que perteneció a sus padres, por la conquista, o por el Despojo. Sobran ya, con respecto a este problema, las informaciones de hechos y las soluciones de doctrina. Casi todos los años, envía el Gobierno, la consabida comisión del Instituto de Reformas Sociales, que venga a calmar, con sus promesas de estudio y de próximos remedios, la fiebre de rebeldía que se apodera de los campesinos, sin campos, durante las épocas de la recolección…

…Pero, jamás han llegado, ni llegará nunca a resolver nada, desde el Centro depredador. Y, así, durante cinco Siglos… Pobre Andalucía, sin tierras en el Campo, y en las ciudades sin habitación!…”

5.- El “hombre nuevo” y el “nuevo pueblo andaluz” de Blas Infante

La transformación territorial, política y económica de Andalucía tiene en el pensamiento de Blas Infante un elemento de coherencia en la dimensión ética y moral que para él ha de tener la nueva Andalucía . Esta es una constante que aparece especialmente en su obra “La dictadura pedagógica” de 1923 (las citas que incluímos a partir de ahora son de esta obra), aunque atraviesa todo el pensamiento infantiano. Una constante que entronca de forma directa y sorprendente con las reflexiones que desde el marxismo se han hecho sobre la ética de la Revolución y el revolucionario. Ernesto Che Guevara afirmaba, por ejemplo, que “el comunismo es un fenómeno de conciencia”. Blas Infante lo plantea así:

“hay dos clases de comunistas, la de aquellos que aspiran, mediante el esfuerzo propio a engrandecer su vida para darla toda a la comunidad; y la de aquellos que esperan en que una colectividad, formalmente comunista, venga a satisfacer las exigencias de su propia vida individual… …Comunistas que aspiran a dar y comunistas que aspiran a recibir.”

“Somos o aspiramos a ser comunistas de la primera especie. Y decimos, aspiramos a ser, porque nuestra modestia se resiste a conferirnos con este nombre de comunistas, expresión cuyo concepto verdadero es la esencia de una pura y excelsa santidad”

Hay además un paralelismo evidente entre la necesaria revolución cultural que Lenin se planteara para el medio rural ruso y el concepto que formula Blas Infante de “Dictadura Pedagógica”:

“Este es el problema: porque repetimos nuestro dogma. Todas las creaciones orgánico-sociales que vinieran a establecer cualquier Revolución, encaminada hacia el fin de instaurar el comunismo social, serían completamente inútiles, en el estado de conciencia social que alcanzan actualmente los individuos humanos. El grado actual de desarrollo de los instintos vendría a reflejarse enseguida en la organización social, pese a todas las combinaciones y previsiones orgánicorevolucionarias; y en definitiva, una misma esencia; un mismo alma; y a la postre una semejante estructura orgánica, vendría a tener la Sociedad que así se construyera”.

Para él la semilla generadora de la nueva sociedad es la ética. Repite la misma idea, formulada de otra manera: “El Ideal que venga a crear la Sociedad comunista, ha de ser, pues, de índole religiosa o moral”.

Estos y otros muchos aspectos del pensamiento de Blas Infante son objeto del desprecio y la ocultación de las instituciones y las élites intelectuales. Por eso este 10 de agosto esperamos recordar al Blas Infante más fidedigno en el homenaje que, diversas organizaciones soberanistas y revolucionarias entre las que se encuentra Nación Andaluza, realizaremos a las 20 horas en la Plaza Jaúregui. Allí donde España mantuvo secuestrado a Blas Infante sus últimas horas hasta subirlo al camión del que se bajaría para ser abatido a tiros en el kilómetro 4 de la carretera de Carmona.

Fuente: La haine.org


ESTADÍSTICAS
clocks for websitecontadores web

Multiforo.eu es una web personal con fines no lucrativos
Editado por
Víctor Arrogante
contacto: varrogante arroba multiforo punto eu
Navegador Chrome