|
|
|
|
|
|
|
Apuntes biográficos
|
En abril de 1983 el Parlamento
de Andalucía reconoce a Blas Infante como Padre de la Patria
Andaluza, en un acto de justicia histórica por lo determinante
que fue su papel en el proceso autonómico andaluz.
Blas Infante Pérez nace en 1885
en Casares (Málaga), donde pasa sus primeros años hasta 1895,
cuando ingresa como alumno interno en el colegio de los
Escolapios de Archidona (Málaga). Vive su infancia en el
contexto de una Andalucía campesina, que atraviesa un momento
de crisis, fuerte analfabetismo, paro y emigración, que
trascienden en su posterior acción política.
"Yo tengo clavada en mi
conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del
jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del
pueblo, confundiendo su agonía con la agonía triste de las
tardes invernales...". Blas Infante, ‘Ideal Andaluz’ (1915)
Después de cinco años en los
Escolapios regresa a Casares. Trabaja durante un tiempo como
escribiente en el Juzgado Municipal, pero en 1904 se traslada
a Granada a estudiar Derecho, licenciándose año y medio más
tarde. Regresa entonces a su pueblo natal, donde prepara las
oposiciones de notario que aprueba en 1909, lo que le abre la
puerta de la notaría de Cantillana (Sevilla). Al establecer su
residencia entre este pueblo y Sevilla, entra en contacto con
el mundo político e intelectual del Ateneo sevillano, donde se
impregna de la preocupación por las reformas políticas, la
problemática social y las cuestiones andaluzas.
De esta etapa son sus primeros
escritos. El más importante, ‘Ideal Andaluz’, que presenta en
el Ateneo sevillano en 1914 y publicaría un año más tarde. En
1916 funda el primer Centro Andaluz en Sevilla con el
propósito de crear un órgano de expresión de la realidad
cultural y social de Andalucía. Comienza de este modo a dar
forma a la lucha por la Autonomía. En este sentido, promueve
además la celebración de la Asamblea de Ronda de 1918, donde
se asume la Constitución Federal de Antequera de 1883 que
pretendía la integración en un Estado conformado por varias
entidades territoriales. En esta misma Asamblea se aprueban la
bandera blanca y verde y el escudo de Hércules triunfador como
símbolos de la Autonomía de Andalucía. En 1919 redacta el
Manifiesto de Córdoba, en el que reivindica a Andalucía como
nación. En ese mismo año se casa con Angustia García Parias,
que será madre de sus cuatro hijos.
Con la llegada de la Dictadura
de Primo de Rivera en 1923 se suprimen los Centros Andaluces y
Blas Infante se traslada a Isla Cristina como notario. Vive
allí una etapa de “exilio interior” dedicado al estudio y a la
familia, mientras observa cómo se desvanecen los logros
conseguidos hasta el momento en la lucha por la Autonomía,
entre ellos la clausura de los Centros Andaluces.
 |
|
|
Durante este periodo viaja por
Marruecos en busca de la tumba de Al–Motamid (último rey de
Sevilla) e investiga los orígenes del flamenco. Esta etapa se
prolonga hasta 1931, cuando se proclama la Segunda República y
Blas Infante regresa a Sevilla como notario de Coria del Río.
Allí levanta Dar–al–farah (la Casa de la Alegría), donde
pasará los últimos años de su vida. Desde esta residencia
retoma su labor pro–Estatuto y vuelve al terreno de la
política formando parte, sin éxito, de algunas candidaturas
andalucistas y redactando un proyecto de Reforma Agraria que
se paraliza en las Cortes. En un clima convulso a nivel
político y social se prepara el referéndum para aprobar el
ansiado Estatuto de Autonomía de Andalucía, pero el estallido
de la Guerra Civil en 1936 frena en seco todas las
aspiraciones autonomistas, cobrándose en Blas Infante a una de
sus primeras víctimas.
El 2 de agosto de ese mismo año
es detenido y el día 11 es fusilado en la carretera de Sevilla
a Carmona. Cuatro años después se dicta una condena a muerte
en su contra "por haberse significado como propagandista para
la constitución de un partido andalucista o regionalista
andaluz".
|
|
 |
|
Obras
claves de su pensamiento
|
Es difícil sintetizar en un
listado bibliográfico la prolífica obra de Blas Infante en pro
de la Autonomía andaluza, ya que su contribución a esta lucha
no sólo queda reflejada en diferentes publicaciones, sino
también en numerosos escritos y documentos.
‘Ideal Andaluz’ (1915):
Considerada su obra más importante, en ella explica su visión
de la historia, la identidad y los problemas de Andalucía,
aportando propuestas para su fortalecimiento.
“La obra de Costa” (1916) : Un
breve estudio leído en la velada organizada por El Ateneo de
Sevilla en el V aniversario de la muerte de Costa.
“La Sociedad de las Naciones”
(1919): En colaboración con J. Andrés Vázquez, fue Impresa en
Sevilla.
“Manifiesto andalucista”
(1919): Primera edición por el Centro Andaluz de Córdoba.
‘Motamid, último rey de
Sevilla’ (1920): Drama teatral que cuenta los últimos días del
rey poeta que gobernó el reino taifa de Sevilla durante gran
parte del siglo XI. Motamid es para Infante el prototipo de
príncipe andaluz por su cultura y fortaleza.
‘Cuentos de animales’ (1921):
Conjunto de relatos de carácter pedagógico.
‘La Dictadura Pedagógica’
(1921): Ensayo en el que plantea una personal utopía sobre un
sistema que busque en la democracia y la libertad un nuevo
camino para el engrandecimiento de los pueblos y la humanidad.
“Reelección fundamental”
(1921): Editado por Avante, una de sus obras más desconocidas.
‘Fundamentos de Andalucía’
(1929): Inconclusa, no fue editada en vida de Blas Infante.
Aporta una revisión de los motivos ideológicos que sustenta
las claves de su pensamiento. Se compone de dos ensayos
principales: ‘Crítica al principio de las nacionalidades’ y
‘Determinación del principio de las culturas’, en los que
niega la existencia natural de la nación y defiende la
fundamentación de las mismas en aspectos culturales.
‘Orígenes de lo flamenco y
secreto del cante jondo’ (1929-1933): Estudio sobre la
expresión artística suprema del pueblo andaluz en el que
revisa, desde el origen del nombre hasta la relación con el
mundo islámico. No fue editada en vida de Blas Infante.
‘La verdad sobre el complot de
Tablada y el Estado Libre de Andalucía’ (1931): Memoria de los
acontecimientos ocurridos en 1931 cuando Blas Infante fue
acusado de promover una sublevación campesina para proclamar
el “Estado libre de Andalucía”. En esta obra quedan reflejados
los planteamientos sociopolíticos del movimiento Liberalista
en Andalucía.
‘Andalucía desconocida’ (193?):
Una historia somera de Andalucía editada por la Junta
Liberalista
“Cartas andalucistas” (1935):
Reflexiones personales de Blas Infante sobre la política y
los políticos.
“Manifiesto a todos los
andaluces” (1936): Imprenta municipal de Sevilla
Obras inéditas
“Renovación del sentido de la
cultura” (1923): Conferencia del Ateneo Popular de Sevilla
“El Libro Nuevo” (1924):
Escritos religiosos
“Cartas a Erina” (1925):
Escritos filosóficos
“Almanzor” (1929): Drama en
tres jornadas. De la tercera se conserva el original
incompleto
|
|
 |
|
La Ruta de
Blas Infante
|
La Casa de Blas Infante de
Coria de Río se incluye en este itinerario turístico integrado
por ocho municipios andaluces
La Casa de Blas Infante en
Coria del Río, en Sevilla, es una de las paradas obligatorias
de la Ruta de Blas Infante, una iniciativa cultural, educativa
y turística impulsada por ocho municipios andaluces ligados a
la memoria y a la trayectoria política e intelectual del Padre
de la Patria Andaluza.
Localidades
andaluzas que fueron importantes en la trayectoria vital de
Blas Infante:
Desde febrero de 2013
diferentes pueblos y ciudades de Andalucía se han unido para
construir una ruta turística diferente, que muestre la belleza
de su pasado, de su naturaleza, la afabilidad de sus
pobladores, lo mejor de sus costumbres, la mejor muestra de
sus culturas populares… Todos unidos por la memoria de Blas
Infante. El hilo conductor de esta original ruta turística
será sin duda lo mejor de Andalucía, sus playas mediterráneas
y atlánticas, sus paisajes de interior o de costa, sus gentes,
sus fiestas… Los mismos lugares que conoció y defendió tras su
Ideal Andaluz, el Padre de la Patria Andaluza. Y, por
supuesto, respirar los mismos lugares que transitó Blas
Infante Pérez de Vargas.
|
 |
|
Casares
|
Enclavada entre la Serranía de Ronda y el
Mediterráneo, con el río Manilva al Este y el arroyo
Vaquero al Oeste, se encuentra la villa de Casares.
Paradigma de pueblo blanco andaluz, de fisonomía
inconfundiblemente andalusí y exquisita arquitectura
popular, Casares es un majestuoso pueblo de
tradición agrícola y lleno de abnegadas historias de
vida. Considerado uno de los pueblos más bellos de
la provincia de Málaga y declarado Conjunto
Histórico Artístico desde 1978, su historia de
dignidad e integridad no solo se queda en haber sido
uno de los últimos reductos andalusíes en caer, ni
en haber sido una de las pocas plazas fuertes que no
se dejaron avasallar por las tropas galas. Sino que
además, el 5 de julio de 1885, poco después de las
11 de la mañana, Casares ve nacer al más ilustre y
relevante de sus ciudadanos: Blas Infante Pérez de
Vargas.
Todo Casares está lleno de su recuerdo.. Nada más
llegar al pueblo, subiendo la pausada cuesta de la
calle Carrera, en el número 51, tendremos la
oportunidad de visitar la Casa Natal de Blas
Infante. Este será el punto de partida de este viaje
por la Ruta de Blas Infante: la casa donde nació. La
casa natal ha sido remodelada recientemente en 2013,
si bien el inmueble fue comprado por el ayuntamiento
e inaugurado en 1998, y se ha cambiado para cumplir
una mejor didáctica de cara a la ciudadanía.
Uno de los objetivos de esta nueva etapa es ofrecer
al visitante la conexión entre el Andalucismo
Histórico y la defensa de Andalucía en la
actualidad. No se entiende Andalucía si no miramos
hacia aquellos que lucharon por su identidad y
territorio ya a finales del siglo XIX. Blas Infante
era el máximo exponente de aquellos pioneros y ha
sido el que nos ha proporcionado el mejor legado
para las luchas por la Autonomía en los años 70 y
80. No se entiende tampoco Andalucía si no miramos
nuestra historia más reciente: la lucha por la
tierra, la vivienda, la cultura andaluza…. La
exposición En defensa de Andalucía y la vitrina
dedicada a la Memoria Democrática de Andalucía
contienen este objetivo.
Y
por supuesto podremos encontrar la biografía
completa de Blas Infante de forma didáctica en
paneles explicativos y con un documental sobre su
vida y relación con Casares. La casa natal además
alberga la reproducción del certificado de
nacimiento y la edición facsímil de La Constitución
de Antequera de 1883. Al abrir las ventanas de la
casa veremos el magnífico pueblo de Casares.
Pasear por sus calles más llanas les hará encontrar
con una rica actividad comercial, bares y
restaurantes de gran calidad, donde se ofrecen
manjares propios de la zona, acompañados siempre del
extraordinario pan autóctono.
Y la oferta para el visitante es muy grande, pues su
gran término municipal contiene maravillas naturales
que propician el deporte como la escalada, el
senderismo, la bicicleta… y otras prácticas de
turismo activo. También es recomendable bañarse en
las aguas sulfurosas de unos baños de origen romano,
Los Baños de la Hedionda, muy frecuentados en vida
por Blas Infante y por su madre Ginesa, que por su
salud lo necesitaba, en el que compraron incluso un
barracón para que pasara algunos veranos allí.
Un buen lugar donde venir a pasar unos días, conocer
sus alojamientos y hoteles, bien preparados para el
turismo. Una experiencia única, conocer un pueblo de
montaña que nace en el Mediterráneo, en plena Costa
del Sol, y que fue la cuna del padre de la patria
andaluza.
|
 |
Manilva
|
Muy
cerca de Casares, en el municipio de Manilva, Blas
Infante pasó inolvidables momentos en muchas
excursiones a sus playas o camino de Gibraltar,
ciudad que visitó en más de una ocasión. En
Sabinillas, barriada costera de Manilva, su hermano
Ignacio compró una finca para que la familia se
reuniera en verano, pues es Juez de Alcalá de
Henares y sus padres han mudado residencia a Madrid.
Esta casa fue recuperada por el Ayuntamiento y
mantiene el nombre de Villa Matilde, nombre de la
cuñada de Blas Infante, y es un espacio cultural
reseñado con una cerámica como lugar infantiano.
En esto bello pueblo malagueño donde la Costa del
Sol se encuentra ya con la provincia de Cádiz, se
puede avistar África. En sus playas paseó y disfrutó
de la belleza de nuestra tierra.
Hoy
en día Manilva, con sus núcleos costeros, Sabinillas
y El Castillo, es un lugar preeminentemente
turístico que conserva todavía población trabajadora
en el sector primario, tanto en el campo, donde
destaca el cultivo de la vid y la explotación de la
uva moscatel de mesa, la pasa y el vino. Y también
la extracción pesquera, con un puerto pesquero para
la flota de pesca artesanal, que aún hoy conserva
viva sus tradiciones y ofrece gustosos productos a
los visitantes y una experiencia única para conocer
de primera mano estos tesoros tradicionales.
La tradición pesquera se puede apreciar en las
barriadas costeras de Sabinillas, donde se puede
pasear por el bello barrio de la Virgen del Carmen,
magnífico espacio de callecitas pueblerinas que
hablan de la sencillez y amabilidad de sus gentes.
Sus habitantes, personas muy dinámicas que cada día
dan vida con negocios de los más variados y
ofreciendo servicios a los turistas. Y otro paseo
inolvidable por El Castillo, barriada que conserva
un Castillo del siglo XVIII, y que tiene afamados
restaurantes donde degustar pescados de la zona. El
Castillo y su recinto está abierto al público donde
se pueden disfrutar de actividades culturales y de
ocio, y visitar la exposición permanente del Museo
de la Esgrima y el Museo Municipal Arqueológico.
|
 |
Archidona
|
En
la comarca nororiental de Málaga, anclado sobre la
falda de la Sierra de Gracia y dominando un
horizonte de suaves ondulaciones, Archidona se mece
entre la leyenda de los enamorados y la realidad de
un rico patrimonio arquitectónico declarado Conjunto
Histórico-Artístico en 1980. Este es el lugar donde
Blas Infante estudia sus primeros años y abre los
ojos a la realidad social de su Andalucía.
Entre 1896 y 1899 su familia lo matricula como
alumno interno del colegio de los Padres Escolapios
de Archidona. Una de las causas fue que tenía un
destacado profesorado; El padre Salvador Jiménez
Coronado, fundador del Observatorio Astronómico de
Madrid, o Jorge López, citado por Galdós en los
Episodios Nacionales, consejero del Infante
Francisco de Asís, futuro rey consorte. Estudiantes
de toda Andalucía acudirán a este Centro que hoy
alberga el Instituto "Luis Barahona de Soto", siendo
uno de los pocos edificios que lleva más de
doscientos años dedicado a la enseñanza.
En este ambiente juega, estudia y convive con los
hijos de jornaleros, mientras recibe una educación
ilustrada, liberal y renovadora. Es aquí donde
escucha y aprende a cantar por primera vez el Santo
Dios, himno de los padres escolapios y que serviría
de base al himno de Andalucía que escribirá más
adelante en Cantillana. En este centro archidonés
entra en contacto también con la conocida “Puerta de
la guiropa”, lugar por donde los sacerdotes
repartían diariamente a los jornaleros una sopa de
patatas con carne, denominada guiropa y de ahí el
nombre de la puerta que el padre de la patria
aludirá después en sus escritos.
Será también aquí donde Blas Infante comenzará a
descubrir el pasado andalusí de nuestra tierra.
Como en las intrahistorias de otros muchos pueblos
andaluces aparece la cuestión morisca. En Archidona
aún queda recuerdo de ello hasta en el nombre de
alguna calle. Presencia importante a principios del
siglo XVII, y que al parecer no llegan a ser
embarcados tras los decretos de expulsión. La ciudad
ofrece lugares donde recordar esta presencia morisca
que conforma el crisol de culturas que es Andalucía.
Archidona refleja en sus monumentos el paso del
tiempo y las culturas . Entre su patrimonio destaca
el castillo, donde se conserva la única mezquita de
la provincia, y que tras la reconquista fue
convertido en el santuario de la Virgen de Gracia,
patrona de la localidad. También la singular plaza
Ochavada, del siglo XVIII, de planta octogonal de
influencia francesa donde se mezclan rasgos del
estilo mudéjar con el barroco andaluz. Se trata de
un conjunto arquitectónico de gran belleza en el
que, como ocurre en la ermita de la Virgen de
Gracia, los arcos y pilastras de los edificios son
de ladrillo rojo en tanto que el resto de la fachada
es de mampostería pintada de blanco.
Además de este magnífico patrimonio histórico
Archidona cuenta también con un importante
patrimonio natural, Las lagunas de Archidona o la
Hoz de Marín son enclaves obligados para los amantes
de la naturaleza. Cabe destacar la conocida Peña de
los enamorados, a medio camino entre Archidona y
Antequera, origen de la leyenda de los enamorados
que Blas infante veía desde el observatorio de las
Escuelas Pías y que después plasmaría en el fresco
de su Villa Alegría.
|
 |
Isla Cristina
|
Blas Infante Peréz de Vargas llega a Isla Cristina,
provincia de Huelva, en el año 1922.
En octubre de 1921 acude al teatro Victoria de Isla
Cristina para impartir una conferencia titulada “El
verdadero concepto de la paternidad”, a la que
acuden Alejandro Guichot, Ortega y Gasset y Manuel
Siourot entre otros ilustres intelectuales.
Al año siguiente permuta su notaría por la de esta
localidad y muda allí su residencia.
En esta ciudad, de una intensa actividad cultural ,
que le impacta por su actividad industrial y
pesquera, muy lejos de la Andalucía agraria que
conoce hasta ese momento, colabora con el Casino de
la Unión o “de los pobres”, participa en la
fundación del Ateneo local en 1926, escribe en
varias publicaciones locales como La Higuerita —que
continúa hoy en activo—, y redacta buena parte de su
obra publicada.
En el plano personal, tiene sus dos primeras hijas
—Luisa y María de los Ángeles—, realiza sus viajes a
Portugal, Galicia y Marruecos —a visitar la tumba
del rey andalusí Al Mutamid—, y tiene lugar el
capítulo del zorro Dimas: Blas Infante rescata una
cría de zorro de manos de unos cazadores, a la que
acoge en su propia casa y con la que establece un
paralelismo de incomprensión con el mundo que le
rodea.
Blas Infante en aquellos años disfruta sin duda de
la joven ciudad de isla Cristina que experimenta en
esos años un despegue económico y social.
Municipio próximo a la frontera con Portugal
enclavado en una península a orillas del Atlántico
nos ofrece en la actualidad una variedad de
actividades.
La ciudad fue fundada por pescadores de atunes y
sardinas de origen valenciano y catalán, también
tuvo población portuguesa.
En 1788 pasó a depender de la corono y tomó el
nombre de ‘La Higuerita’ árbol que simboliza el
nacimiento del pueblo junto a un pozo.
Cambió su nombre por el actual en 1834 en clara
referencia a la reina María Cristina y en 1924 con
la ilustre presencia de Blas Infante en la localidad
recibe el título de ciudad bajo el reinado de
Alfonso XII.
Su joven historia hace que destaque sobre todo su
patrimonio natural, principal argumento de actividad
de progreso incremento.
Sus calles llenas de vida son fiel retrato del
desarrollo del siglo XX.
Sus casas como la de ilustres vecinos Diego Pérez
Pascual, la casa de Hermenegilda Zamorano Soler,
Román Pérez Romeo o casas patio tan maravillosas
como la de San Francisco. Unas calles que mantienen
la identidad que conociera Blas Infante.
La ciudad que no deja indiferente y quedará grabada
en nuestra retina como un lugar donde se funden
memoria y actualidad, la Andalucía trabajadora y
abierta al mundo, la ciudad que acogió como si de un
retiro se tratase a Blas Infante, antes que volviera
a Sevilla al corazón del ajetreo político y el
advenimiento de la II República.
|
 |
Cantillana
|
Tras aprobar las oposiciones a notario con 24 años,
debe esperar un año para tener la edad legal para
ejercer. Es entonces cuando toma posesión de la
notaría de Cantillana, que mantiene de 1910 a 1922,
en la esquina de la calle Iglesia con la antigua
Severo Ochoa, justo hoy donde se encuentra una placa
conmemorativa. En la casa contigua reside con su
esposa Angustias tras el matrimonio de ambos en
1919, aunque este edificio hoy no se conserva.
Durante doce años paseó por las calles del casco
viejo de este pueblo de la vega sevillana. En esta
época en el pueblo mantiene amistad con
personalidades del movimiento fisiocrático y conoce
al médico anarquista Pedro Vallina, que inaugura un
sanatorio antituberculoso en las afueras de la
localidad. Y por supuesto ingresa en el Ateneo de
Sevilla donde seguirá la actualidad social y
política.
Este pueblo blanco de la vega sevillana, puerta de
la sierra norte, manifiesta una gran belleza en sus
calles, que recogen el fervor religioso de sus
gentes, una seña de identidad de este pueblo.
El
interés de Blas Infante por la cultura andaluza,
crisol de civilizaciones milenarias, le llevó a ser
un gran aficionado a las leyendas, a los cuentos
populares andaluces…y a escuchar lo que sentía el
pueblo andaluz. En Cantillana vuelve a escuchar el
Santo Dios a los campesinos, segadores y jornaleros,
relacionándolo esta vez con el trabajo y con la
tierra. En estos años escribe el Ideal Andaluz y
mantiene una actividad política intensa en la
capital, inaugurando el primer Centro Andaluz en
1916. Y en cuanto a su actividad profesional
desarrolla un gran trabajo por Lora, Peñaflor y
Puebla de los Infantes.
Un paseo por sus calles. Callejón de las flores,
Plaza de la Misericordia…llegar a la muralla antigua
del pueblo, acercarse al Hospital de todos los
santos, la torre del reloj… entrar en sus iglesias y
ermitas, es un agradable paseo por un pueblo
típicamente andaluz, donde destacan además de sus
casas blancas y limpias, la cantidad de azulejos que
han ido decorando sus fachadas. Y saludar a la vega
del Guadalquivir, asomándose a su paseo mirador,
donde hay un recuerdo en forma de cruz a los
pescadores y barqueros que allí en otro tiempo
existieron.
|
 |
Coria del Río
|
Tras la dictadura del General Primo de Rivera, Blas
Infante vuelve a permutar su notaría, ahora por la
de Coria del Río, y establece su residencia al poco
tiempo en Dar Al Farah (Casa de la Alegría) en la
que es la única propiedad de toda su vida. Hoy es
Casa-Museo y forma parte del recinto museístico del
Museo de la Autonomía de Andalucía, que difunde la
lucha por la Autonomía andaluza. Junto a la casa
natal de Casares, esta casa es uno de los
patrimonios más importantes conservados de Blas
Infante, y un fuerte atractivo para conocer la vida
y obra del genial andaluz, así como de la historia
de Andalucía.
Sobre un altozano que domina el Guadalquivir en
Coria del Río, limitando ya con Puebla del Río, Blas
Infante diseñó y construyó en 1931 su propia casa.
Allí habitó con su familia hasta su detención en
1936.
Los visitantes pueden recorrer las estancias
originales, restauradas recientemente, y a la vez
disfrutar de un innovador discurso museográfico que
permite redescubrir la figura del Padre de la Patria
Andaluza y revitalizar los fundamentos de su
pensamiento.
Todas las visitas comienzan atravesando el Museo de
la Autonomía de Andalucía. Antes de llegar a la casa
pasaremos por los jardines que él mismo creó con
especies autóctonas de Andalucía, y se accede a la
vivienda que cuenta con doce espacios temáticos.
La construcción de la casa corresponde a la última
etapa de su vida, entre 1931 y 1933. Posee un estilo
muy personal que mezcla elementos de varias épocas y
tradiciones, alejándose del regionalismo típico de
la construcción de principios del siglo XX.
Por fuera destaca su apariencia sobria, con muros de
ladrillo coronados por almenas escalonadas propias
de la tradición almohade. Por dentro, la casa
combina una serie de elementos como yeserías,
azulejos, pinturas murales, muebles y columnas que
conforman un interior ecléctico y abigarrado que
encierra una profunda simbología.
Como estancias más destacadas se encuentran el
comedor principal de la familia Infante, que recoge
en sus cuatro paredes pinturas murales de estilo
orientalista como reconocimiento del papel de la
cultura musulmana en la historia de Andalucía; la
biblioteca, que consta de más de 1.500 volúmenes; o
el despacho, en el que pueden contemplarse algunos
de los objetos habituales de su trabajo, como el
sillón o el archivo de los documentos personales y
profesionales.
Desde esta casa Blas Infante propicia la
transformación de los Centros Andaluces- aquellos
que se crearon en 1915, de los cuales el sevillano
fue el primero-que revitalizan y el proceso
estatuario durante la IIª República.
La cercanía a Sevilla facilita a Blas Infante,
además de abrir despacho también allí, participar
activamente en su vida política. Así en 1931 se
presenta de nuevo a unas elecciones, esta vez en la
Candidatura Republicana Revolucionaria Federalista
Andaluza. También en esta época tras numerosas
propuestas se establecen la letra y música del Himno
de Andalucía que se estrena unos días antes del
golpe de estado.
El 2 de agosto de 1936 Blas Infante es detenido por
los sublevados en su casa de Coría del Río y
conducido a la Cámara Agraria, donde Falange
Española de las JONS había instalado su cuartel.
Unos días más tarde es trasladado al antiguo Cine
Jáuregui, también reconvertido en este caso como
cárcel. De allí lo sacan la noche del 10 al 11 de
agosto para fusilarlo a la altura del kilómetro 4 de
la carretera Sevilla-Carmona.
Al día siguiente su cuerpo es trasladado al
cementerio de San Fernando de Sevilla, al desconocer
su familia su paradero y no poderlo reclamar hoy
sigue enterrado en la fosa común.
El km 4 de esta carretera y la Casa de la Alegría,
son declarados en 2011 como los dos primeros Lugares
de la Memoria Histórica que reconoce la Junta de
Andalucía.
Desde la Casa de la Alegría, aún hoy se puede
observar el magnífico paisaje del pueblo de Coria
extendiéndose hacia el río. De gran belleza, ha
conservado un rico patrimonio gracias al cuidado y
cariño de sus gentes. En el casco antiguo
encontramos calles siempre ajetreadas donde la vida
discurre entre vendedores ambulantes de camarones y
frutos del campo de temporada, como los higos
chumbos. Este pueblo milenario, posee un fuerte
atractivo turístico para cualquier visitante. Además
de la visita obligada al Museo de la A. y la Casa de
la Alegría, es menester pasear por sus calles y
encontrarse con su pasado y su realidad.
|
 |
Peñaflor
|
Como extensión de la de Cantillana, Blas Infante
pasa notaría en el Ayuntamiento de Peñaflor, en la
actual Casa de la Cultura. Allí conoce a Angustias
García Parias, con la que contrae matrimonio el 19
de febrero de 1919 en la capilla de su propia casa
familiar, situada en el número 5 de la antigua calle
Larga. Él tiene 34 años y ella 28. En esta época
también es la primera vez que Blas Infante concurre
a unos comicios, concretamente a las elecciones a
Cortes de 1919, por el distrito de Gaucín. Al mismo
tiempo también lo hace por el distrito de Sevilla en
la Candidatura de la Democracia Andaluza, junto a
Alejandro Guichot e Isidoro Acevedo. Años de intensa
actividad política antes de su marcha a Isla
Cristina.
Peñaflor se encuentra situado en la margen derecha
del río Guadalquivir, en la zona más oriental de la
provincia de Sevilla, limitando con la provincia de
Córdoba. El hecho de que esté ubicado entre el valle
del Guadalquivir y las estribaciones de Sierra
Morena convierte a Peñaflor en un lugar idóneo para
realizar por la vecina sierra, rutas de senderismo,
ecuestres y de cicloturismo.
Lugar de contrastes, donde las tierras de secano se
mezclan con el regadío, las huertas de naranjos con
las dehesas, las ganaderías de reses bravas con la
caza de conejos, liebres, perdices o jabalíes. En su
flora predomina la vegetación mediterránea: encinas,
alcornoques, acebuches, coscojas y monte bajo,
especies entre las que nacen exquisitos espárragos
trigueros.
|
 |
Castro del Río
|
En
este viaje por los pueblos de Blas Infante haremos
una escapada al municipio cordobés de Castro del
Río, para conocer un lugar de vital importancia
donde se produjeron los movimientos campesinos y
jornaleros que fijaron aún más los ideales de tierra
y libertad del padre de la patria andaluza.
En esta villa, asentada junto al río Guadajoz,
afluente del Guadalquivir, han sucedido los grandes
momentos de la historia. Los primeros pobladores de
Castro del Río, los encontramos ya en la
Prehistoria. Los estudios de sus tierras nos
demuestran la intensidad de su poblamiento y la
benevolencia de las mismas desde la Edad de los
Metales. Se han encontrado restos neolíticos,
ibéricos (recinto fortificado y exvotos), cerámica
griega y campaniense, inscripciones romanas y
visigodas,… lo que demuestra la bondad de estas
tierras, hoy dedicados al olivo y a la vid.
La
Villa de Castro del Río sufrió todos los vaivenes
políticos y militares que caracterizan la historia
más temprana del siglo XIX provincial. La enfrentada
realidad socio-económica de Castro, junto a la
temprana conciencia social de su grupo proletario,
fortalecieron el predominio incuestionable de las
corrientes libertarias en el periodo finisecular del
siglo XIX y en buena parte del XX.
Desde 1913, Castro del Río se convertirá en la
"Capital del sindicalismo cordobés", en palabras de
Díaz del Moral. Y a partir de abril de 1915, la FAN
(Federación Nacional de Agricultores) tendrá en
Castro su cabeza centralizadora para toda la región
cordobesa. Esta relevancia culminará con la
celebración de los Congresos anarcosindicalistas de
1918 y 1919.
Estos congresos y su influencia sobre el movimiento
político andaluz y en el propio Blas Infante son de
esencial trascendencia. La enfrentada realidad
socio-económica a la que hemos hecho mención unido a
lo dicho anteriormente, tendrá sus consecuencias en
los siguientes años y sobretodo en la represión
sufrida después de la Guerra Civil de 1936.
En la actualidad Castro del Río es un municipio que
fundamentalmente se sigue dedicado al campo, con
grandes cultivos de olivo que producen un magnífico
aceite con denominación de origen. También sus viñas
producen un vino característico de la campiña
cordobesa. Pero sin duda llama la atención la
singular y única artesanía de muebles con madera de
olivo. Famosas son las sillas y mecedoras que han
salido de las manos de los artesanos del olivo. Un
bello mueble que identifica el municipio con la
delicadeza y la sabiduría del pueblo andaluz.
|
|
|
 |
La memoria histórica
marca el
80º aniversario del asesinato de Blas Infante |
|
Los
partidos apoyan la propuesta para anular la sentencia
que condenó al padre de la patria andaluza
El 80º
aniversario de la muerte de Blas Infante ha congregado a
todos los partidos políticos andaluces en un acto
protagonizado por la memoria histórica, ya que se
reactiva la propuesta para anular la sentencia que le
condenó en 1939. Desde el PP a Izquierda Unida,
sindicatos y unas 200 personas han acudido al acto
celebrado en Sevilla. Blas Infante fue el precursor del
andalucismo y el Parlamento andaluz lo reconoce desde
1983 como padre de la patria andaluza. Su hija María de
los Ángeles Infante y el exdefensor del Pueblo andaluz
José Chamizo pusieron la nota poética al acto. "Como
casi todas las pasiones, Andalucía no necesita un
anillo. Seguimos a la cola del desarrollo y hace falta
un despertar de nuestro pueblo", pidió Chamizo.
Mientras, en la arena política IU presentará en el
Congreso de los Diputados una iniciativa para que
declare ilegal la sentencia que condenó a Infante tres
años después de su asesinato en 1936, una idea que la
mayoría de grupos políticos ven con buenos ojos,
aunque ninguno ha garantizado su apoyo en la Cámara
Baja. El Parlamento andaluz ya aprobó esa petición al
Congreso, pero ni José Luis Rodríguez Zapatero ni
Mariano Rajoy recogieron el guante.
"Si el
Congreso no la aprueba, la presentaremos todos los años
(...) Si la derecha se incorpora al reconocimiento a
Blas Infante, vamos ganando en el espacio de identidad y
reconocimiento a una figura legendaria", ha avanzado
optimista el coordinador de IU, Antonio Maíllo.
Teresa
Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, ha censurado
que la tumba del general golpista Queipo de Llano
"permanezca en la basílica de la Macarena y los restos
de Blas Infante estén en una fosa común. Pedimos
justicia, reparación y verdad". Rodríguez ha resumido:
"Hay muchas cuestiones pendientes, algunas relacionadas
con la justicia social en Andalucía".
Desde
el PP, Patricia Navarro, alegó que estudiarán la
propuesta de IU, porque son medidas que "caben" y
"tendremos que estudiarla". "Todo lo que emana del
Parlamento no siempre se cumple", ha dicho con
resignación Navarro respecto a la negativa del Congreso.
"Es fundamental romper con esa brecha que nos separa de
otras regiones y de la Unión Europea", ha añadido.
El PSOE
apoya la propuesta de IU. "El partido socialista está
abierto a este tipo de cosas porque hemos sido pioneros
en la memoria histórica", matizó Noelia Ruiz. Mientras,
desde Ciudadanos se avanzó un voto positivo en el
Congreso. "Es un camino a emprender y Blas Infante es
nuestro referente. Vamos a apoyar todo lo que haya que
apoyar", dijo Julio Díaz, de Ciudadanos.
Durante
el acto, Chamizo describió su visión sobre la identidad
andaluza: "Somos diferentes, ni mejores ni peores, la
identidad del pueblo andaluz es resultado de un proceso
milenario. Somos orgullosamente mestizos en nuestra
historia ¿Qué hacemos entonces hacinando a los que huyen
de la guerra del hambre?", dijo sobre la inmigración de
ciudadanos africanos. Sobre el legado de Infante, su
hija recordó: "Su obra y sus propuestas políticas siguen
siendo desconocidas para los andaluces".
Sobre
la memoria histórica, la Junta ha acordado recientemente
37 nuevas acciones en municipios andaluces, tal y como
recoge este miércoles el Boletín Oficial de la Junta de
Andalucía (BOJA). La Consejería de Cultura realizará
indagación, localización, exhumación e identificación
genética en restos humanos de fosas en colaboración con
familiares directos de víctimas, entidades memorialistas
y Ayuntamientos.
Fuente:
El País
|
|
 |
10 de
agosto:
lo que no quieren que sepamos de Blas Infante |
|
Se
acerca de nuevo la noche del 10 al 11 de agosto. Una
noche como aquella de 1936 que terminó con el asesinato
de Blas Infante Pérez a manos del ejército español.
Caída la noche lo sacaron del cine Jaúregui para hacer
su último viaje. En su puerta nos daremos cita mañana
día 10 diversas organizaciones de la izquierda
soberanista y revolucionaria para rendirle de nuevo un
sincero homenaje. Para recordar y recordarnos a aquellos
que entregaron su vida por la libertad de Andalucía y a
las propuestas que hicieron para sacar al Pueblo
Trabajador Andaluz de la barbarie en la que lo sumió el
colonialismo español como expresión peninsular
hegemónica del imperialismo.
Pero
recordar a Blas Infante implica también recordar sus
planteamientos políticos que es algo que al Régimen le
desagrada profundamente. No es de extrañar puesto que el
pensamiento que desplegó el llamado “andalucismo” que
dirigía Blas Infante supone un cuestionamiento radical
de la Andalucía de principios de siglo XX (pero también
de la Andalucía de principios de este siglo XXI). Todo
ello a pesar de que la detención de Infante el 2 de
agosto de 1936 en su casa de Coria del Río obligó a la
esposa de D. Blas a quemar todos los escritos que
consideró comprometedores, por ello los escritos que han
llegado hasta nuestros días son tan sólo una parte,
sesgada por su lado más revolucionario e
independentista, del pensamiento infantiano.
En las
vísperas del 10 de agosto de este 2016 y ante la
previsible minimización y caricaturización del
pensamiento político de Blas Infante es necesario
recordar algunos elementos claves para entender su
pensamiento que precisamente el Régimen intenta ocultar
a toda costa:
1.-
Blas Infante no era “autonomista”
La
recuperación de la soberanía política andaluza fue una
de las claves de su pensamiento. Cualquier semejanza de
esa soberanía con la Andalucía autónomica actual es un
chiste fácil puesto que el régimen actual es una
descentralización de la administración estatal española
sin autonomía efectiva alguna (ni económica, ni
política, ni legal).
“…nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones
que las de “República Andaluza o Estado libre o
autónomo de Andalucía” para llegar a expresar aquella
“Andalucía soberana, constituída en democracia
republicana” que dice el artículo primero de la
Constitución elaborada para Andalucía, por la asamblea
de Antequera, hace medio siglo, en 1883…”
(La
verdad sobre el complot de Tablada y el estado libre de
Andalucía, 1931)
El
modelo previo que constituía para Blas Infante un punto
de partida para la verdadera autonomía andaluza era la
Constitución Andaluza de 1883 que en el artículo que
cita Infante continúa diciendo “y no recibe su poder de
ninguna autoridad exterior al de las autonomías
cantonales que la instituyen por este pacto”. Nada que
ver con la Andalucía actual en la que las leyes se hacen
como desarrollo y concreción de las leyes españolas y
nunca en contraposición con ellas. Siguiendo un esquema
vertical en el que es desde la corte centralista de
Madrid donde se dictan las orientaciones esenciales de
todos los aspectos que afectan a nuestra vida cotidiana
(educación, salud, medio ambiente, economía,
infraestructuras…) Como ejemplo podemos citar la
anulación en 2011 del artículo del estatuto de 2007
referido a las competencias sobre la Cuenca Hidrográfica
del Guadalquivir.
2.-
Blas Infante no era defensor de la integridad del
Estado.
Blas
Infante maduró su pensamiento desde su primer obra
“Ideal Andaluz” radicalizándolo hasta los últimos a años
(1933-36) en los que abre una etapa posibilista. Pero en
toda su trayectoria negó cualquier entidad nacional al
Estado español. Lo reconoció como institución existente
(un Estado) y como una realidad geográfica (utilizándolo
muchas veces como sinónimo de Península Ibérica). Nunca
como entidad nacional y así lo expresa cuando dice
“Andalucía fue siempre pueblo cultural, guía libre de
otros pueblos de España”. Su visión del Estado español
fue especialmente radical (nos referimos a un análisis
desde la raíz del Estado) en los años 20. Lo manifestaba
en el Manifiesto de Córdoba (redactado en la asamblea de
Córdoba de 1919) del que fue uno de los principales
inspiradores:
“…Declarémonos separatistas de este Estado que, con
relación a individuos y pueblos, conculca sin freno
los fueros de la justicia y del interés y, sobre todo,
los sagrados fueros de la Libertad; de este Estado que
nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante
la conciencia de los Pueblos extranjeros (…). Ya no
vale resguardar sus miserables intereses con el escudo
de la solidaridad o la unidad, que dicen nacional…”
Y
también lo manifestó en un artículo aparecido en El
Regionalista en 1.919 que no está firmado pero que es de
su inconfundible autoría:
“…Andaluces: Si el Estado Centralista Español fue y
es, como dicen sus sostenedores, la España viva,
execrad esa sierpe de España. Renegad de ella.
¿Por
qué llamáis patria a esa España? ¿Qué paternales
desvelos tenéis a España que agradecer?”
Y lo
expuso también durante 1923 en un mitín ante la Cámara
de Inquilinos de Sevilla organizada por el anarquista
y amigo Pedro Vallina: “…El Estado español no es
expresión jurídica de una forma social sino poderes
representativos de una clase dictadora…”
Además
la utilización de España para Blas Infante es un
elemento táctico, que viene a ocultar y evitar la
persecución política de la que el andalucismo
revolucionario de Infante fue objeto escondiendo la
profundidad de su pensamiento. En una entrevista al
diario El Sol en 1931 decía:
“La
Dictadura (de Primo de Rivera) pese al sigiloso
proceder que observábamos, proceder que sólo descifró
en España el Sr. Cambó al decirme en una charla de
tren que “liberalista” quería decir “separatista”, nos
destrozó a nuestras sociedades, deportó a los
adheridos de Córdoba y clausuró nuestras escuelas (los
Centros Andaluces)”.
Es de
esta manera que podemos entender algunas de las
contradicciones aparentes del pensamiento infantiano en
este sentido. Lo escribe el propio Blas Infante en una
carta enviada al escritor catalanista Cases-Carbó
(1936):
“…Nosotros, hemos practicado la táctica política. No
hay más que una táctica: acomodación de la conducta
política ( u ordenada al beneficio de la
Comunidad), según las exigencias o permisiones de las
circunstancias vigentes. Durante un cuarto de siglo
hubimos de dirigirnos atentos a un aprovechamiento
completo o exhaustivo de aquellas permisiones,
elaboradas por nosotros mismos, o suscitadas por el
azar, que a nuestra acción se iban ofreciendo…”
3.- La
Andalucía libre de Blas Infante era una Andalucía
internacionalista
Blas
Infante se preocupó por el devenir mundial de los
grandes acontecimientos de su época. Una de sus obras
políticas de mayor profundidad política “La dictadura
pedagógica” es formulada como una derivación andaluza
del concepto marxista de la dictadura proletaria que
acababa de ponerse en marcha tras la Revolución de
Octubre de 1917. La visión nacional andaluza que formula
Blas Infante no puede ser a su vez más
internacionalista. Y por eso expresa:
“…Mi
nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Creo que,
por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados
de la Vida el lugar en donde han de luchar por ella.
Yo quiero trabajar por la Causa del espíritu en
Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me
encontrare, me esforzaría por esta Causa con igual
fervor…“
(Manuscrito AEE)
Expresó
una adhesión al nuevo modo de producción económica
socialista pero también de ordenación de la sociedad:
“hay
dos clases de comunistas, la de aquellos que aspiran ,
mediante el esfuerzo propio a engrandecer su vida para
darla toda a la comunidad; y la de aquellos que
esperan en que una colectividad , formalmente
comunista, venga a satisfacer las exigencias de su
propia vida individual”
(La
dictadura pedagógica, 1923)
Manifestó algunas críticas hacia la Nueva Política
Económica de la Rusia bolchevique por utilizar algunos
estímulos materiales:
“…la
Dictadura del Proletariado tienen necesidad de acudir
a idénticos resortes o estimulantes que la Dictadura
burguesa, respondiendo al grado actual de evolución
del espíritu de los hombres; comprando con premios,
cintajos o bisuterías las motivaciones santas…”
(La
dictadura pedagógica, 1923)
Pero
supo ver en V.I. Lenin el “dictador pedagógico” que
elevara la conciencia de las masas:
“…Nosotros aseguramos que, además, es la dictadura del
proletariado la más transitoria de todas ¿No veis a
Lenin, apenas iniciada la revolución de la conciencia
rusa, pasada la reacción contra el régimen zarista,
convertido ya en dictador pedagógico?…”
(La
dictadura pedagógica, 1923)
4.-
Blas Infante era profundamente anticapitalista
Su
asesinato la noche del 10 al 11 de agosto de 1936 fue
justificado y legalizado por el franquismo con una
sentencia de muerte posterior que lo acusaba de: “formó
parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en
las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta
1936 se significó como propagandista de un partido
andalucista o regionalista andaluz” Esta imagen de Blas
choca con la imagen que nos transmiten desde la Junta,
el sistema educativo e instituciones análogas. Tras los
40 años de paz franquista nos han intentado vender un
Blas Infante adocenado e inofensivo también en lo
económico. Así es como quiere el Régimen que recordemos
al mayor intelectual andaluz de la primera mitad del
siglo XX.
Sin
embargo nada más alejado de la realidad. Su apoyo es
incondicional a la Reforma Agraria y a la alteración
profunda de la propiedad de la tierra atentaba
contraponiéndo los intereses de la burguesía agraria
andaluza (tan importante en el sostenimiento del Estado
español desde la segunda mitad del siglo XIX) a los del
pueblo trabajador. Ya en una fecha tan temprana como
1913 manifiesta:
“…ha
llegado la hora que el privilegio muera: no puede
persistir la terrible impunidad que divide a los
hombres en señores y esclavos: no puede perdonarse ese
crimen monstruoso que premia el vicio y castiga la
virtud, que otorga al ocio todos los placeres e
inflinge al trabajo todas las virtudes. Ha llegado la
hora de que el hombre se emancipe del yugo del
hombre…”
Polemizó abiertamente con el otro andalucismo existente
en la época porque lo cierto es que desde los primeros
momentos en que el andalucismo comienza a formularse (en
las primeras décadas del siglo XX) empieza también a
definirse en dos líneas opuestas: la conservadora y
españolista y la revolucionaria y soberanista. La
segunda estaba dirigida por Blas Infante. El andalucismo
regionalista y conservador estaba encabezado por José
Gastalver.
Gastalver se oponía a la Reforma Agraria y afirmaba que
en Andalucía “el problema es de producción de riqueza y
no de distribución de la misma”. En la Andalucía donde
las diferencias sociales y a desgualdad atenazaban a los
trabajadores también había burgueses como Gastalver que
querían fundamentarse en un regionalismo que pisoteara a
los trabajadores para alzarse políticamente y conseguir
un trozo del pastel político. Además el andalucismo de
Gastalver era abiertamente estatalista y francamente
oportunista. Elementos todos ellos que se reproducen en
cierto andalucismo aún hoy. Todo ello hizo declarar a
Blas Infante: “…si el es regionalista, nosotros no lo
somos, y si lo somos nosotros él no lo es…” haciendo una
clara oposición dialéctica entre el andalucismo
conservador de Gastalver y el andalucismo revolucionario
de Infante.
Pero el
programa anticapitalista de Infante no se circunscribió
solamente al mundo rural andaluz. En una intervención
que hace ante la Cámara de Inquilinos de Sevilla
(asociación de trabajadores que buscaban hacer un frente
común de lucha frente a las subidas de alquiler de las
viviendas que establecían los propietarios) plantea que
la problemática del pueblo trabajador andaluz desposeído
responde, evidentemente, a los mismos razonamientos
tanto en el campo como en la ciudad: la colonización del
país andaluz, su sometimiento al Estado…
“…Con
este problema de la habitación, ocurrirá lo mismo que
sucede con esa cuestión sombría que dicen “Problema
Agrario Andaluz”, y que no es tal problema agrario,
sino el más fundamental problema de un Pueblo que
desconoció el feudalismo en los tiempos medievales;
reducido, ahora, a esclavitud feudal, por haberle sido
arrebatada desde hace siglos, la tierra que perteneció
a sus padres, por la conquista, o por el Despojo.
Sobran ya, con respecto a este problema, las
informaciones de hechos y las soluciones de doctrina.
Casi todos los años, envía el Gobierno, la consabida
comisión del Instituto de Reformas Sociales, que venga
a calmar, con sus promesas de estudio y de próximos
remedios, la fiebre de rebeldía que se apodera de los
campesinos, sin campos, durante las épocas de la
recolección…
…Pero, jamás han llegado, ni llegará nunca a resolver
nada, desde el Centro depredador. Y, así, durante
cinco Siglos… Pobre Andalucía, sin tierras en el
Campo, y en las ciudades sin habitación!…”
5.- El
“hombre nuevo” y el “nuevo pueblo andaluz” de Blas
Infante
La
transformación territorial, política y económica de
Andalucía tiene en el pensamiento de Blas Infante un
elemento de coherencia en la dimensión ética y moral que
para él ha de tener la nueva Andalucía . Esta es una
constante que aparece especialmente en su obra “La
dictadura pedagógica” de 1923 (las citas que incluímos a
partir de ahora son de esta obra), aunque atraviesa todo
el pensamiento infantiano. Una constante que entronca de
forma directa y sorprendente con las reflexiones que
desde el marxismo se han hecho sobre la ética de la
Revolución y el revolucionario. Ernesto Che Guevara
afirmaba, por ejemplo, que “el comunismo es un fenómeno
de conciencia”. Blas Infante lo plantea así:
“hay
dos clases de comunistas, la de aquellos que aspiran,
mediante el esfuerzo propio a engrandecer su vida para
darla toda a la comunidad; y la de aquellos que
esperan en que una colectividad, formalmente
comunista, venga a satisfacer las exigencias de su
propia vida individual… …Comunistas que aspiran a dar
y comunistas que aspiran a recibir.”
“Somos o aspiramos a ser comunistas de la primera
especie. Y decimos, aspiramos a ser, porque nuestra
modestia se resiste a conferirnos con este nombre de
comunistas, expresión cuyo concepto verdadero es la
esencia de una pura y excelsa santidad”
Hay
además un paralelismo evidente entre la necesaria
revolución cultural que Lenin se planteara para el medio
rural ruso y el concepto que formula Blas Infante de
“Dictadura Pedagógica”:
“Este
es el problema: porque repetimos nuestro dogma. Todas
las creaciones orgánico-sociales que vinieran a
establecer cualquier Revolución, encaminada hacia el
fin de instaurar el comunismo social, serían
completamente inútiles, en el estado de conciencia
social que alcanzan actualmente los individuos
humanos. El grado actual de desarrollo de los
instintos vendría a reflejarse enseguida en la
organización social, pese a todas las combinaciones y
previsiones orgánicorevolucionarias; y en definitiva,
una misma esencia; un mismo alma; y a la postre una
semejante estructura orgánica, vendría a tener la
Sociedad que así se construyera”.
Para él
la semilla generadora de la nueva sociedad es la ética.
Repite la misma idea, formulada de otra manera: “El
Ideal que venga a crear la Sociedad comunista, ha de
ser, pues, de índole religiosa o moral”.
Estos y
otros muchos aspectos del pensamiento de Blas Infante
son objeto del desprecio y la ocultación de las
instituciones y las élites intelectuales. Por eso este
10 de agosto esperamos recordar al Blas Infante más
fidedigno en el homenaje que, diversas organizaciones
soberanistas y revolucionarias entre las que se
encuentra Nación Andaluza, realizaremos a las 20 horas
en la Plaza Jaúregui. Allí donde España mantuvo
secuestrado a Blas Infante sus últimas horas hasta
subirlo al camión del que se bajaría para ser abatido a
tiros en el kilómetro 4 de la carretera de Carmona.
Fuente:
La haine.org
|
|
|
|