Impuestos a los ricos y a las eléctricas. La nueva batalla se llama fiscalidad. La reforma fiscal es uno de los compromisos del Gobierno de coalición y Unidas Podemos ha presentado su propio decálogo de medidas, que suponen 30.000 millones de impuestos al año y que quiere sacar adelante con los socios de la investidura. Tener un Estado del bienestar como el de los países del norte de Europa es posible. Pero para que eso sea posible España tiene que tener un sistema tributario y fiscal como el de esos países. Los "privilegios" de nuestro sistema fiscal a ricos y grandes corporaciones nos sitúan "entre siete u ocho puntos" por "debajo de la media recaudatoria de los países de nuestro entorno. El reparto equitativo de la riqueza es una de las reivindicaciones históricas de la izquierda, por lo que ahora hay que abordar una reforma fiscal ambiciosa, que pueda redistribuir la riqueza. Hay que apostar por una nueva fiscalidad verde, crear un impuesto a las viviendas vacías, reformar del impuesto de sociedades, consolidar el gasto social y garantizar presupuestariamente proyectos nuevos como la ley de Diversidad Familiar y poner en marcha una prestación por crianza de hijos para familias en riesgo de pobreza que no cumplan los requisitos para acceder al Ingreso Mínimo Vital