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Fútbol,
Supercopa
de
España,
Arabia
Saudí
y los
privilegiados
(pillos
les
dicen
algunos)
comisionistas.
Cuando
la
indecencia
se
hizo
carne,
habitó
en
Rubiales,
que
pactó
con
Piqué
el
cobro
de una
comisión
millonaria
por el
traslado
de la
Supercopa
de
España
a
Arabia
Saudí,
una
dictadura,
en la
que se
acogen
comisionistas,
como
el rey
emérito
Juan
Carlos
de
Borbón.
No
conocíamos
las
razones,
y las
criticamos
en su
momento;
porqué
la
supercopa
de
España
de
fútbol,
se
celebraba
en
Arabia
Saudí.
Ahora
bien
conocemos
las
razones:
money,
money
money…
En el
contrato
firmado
con
Sela,
la
Federación
se
garantizó
el
cobro
de 40
millones
de
euros
por
cada
edición,
mientras
que
Kosmos
Holding
(la
empresa
del
futbolista)
se
lleva
cuatro
millones
por
cada
uno de
los
seis
ejercicios.
El
presidente
de la
RFEF
presionó
a las
autoridades
de
Riad
para
que
abonaran
a
Piqué
hasta
24
millones
de
euros
por
disputar
el
torneo
en ese
país y
trató
luego
de
ocultar
la
participación
del
futbolista
en la
negociación.
Piqué
propuso
a
Rubiales
convertir
el
torneo
en
una final-four de
3
partidos,
en la
que
participarían
los 2
primeros
clasificados
de la
Liga y
los 2
finalistas
de la
Copa
del
Rey.
Dice
Piqué
en una
de las
conversaciones
reveladas:
el
Real
Madrid
irá
por
ocho
millones,
ocho
el
Barça
y los
otros
dos,
por 2
y 1,
que
suman
19 y
la
Federación
se
queda
seis
kilos.
La
polémica
Supercopa
en
Arabia
se
jugó
en
enero
de
2020,
con
Real
Madrid,
FC
Barcelona,
Atlético
de
Madrid
y el
Valencia.
El
club
de
Chamartín
alzó
el
trofeo
tras
imponerse
por
penaltis
a los
colchoneros.
Este
caso
nada
tiene
que
ver
con
las
comisiones
cobradas
por la
compra
de
mascarillas
en
Madrid;
pero
hay un
hilo
conductor:
la
cultura
del
pelotazo,
ganar
dinero
sin
gran
esfuerzo.
Estos
negocios
pueden
ser
legales,
pero
son
poco
éticos
y
atentan
contra
el
principio
de
transparencia,
rayando
la
corrupción,
sobre
todo
cuando
se
hacen
a
costa
del
gasto
público. |